Panchhi (2001)

Cada padre en este mundo ama mucho a su hijo. Son más queridos que su propia vida y esta es la verdad. Desde la niñez hasta la adolescencia tienen que pensar en su futuro, mostrarles el camino correcto brindándoles pautas útiles de vez en cuando, que les permitan llevar una buena vida. Cuando llegan a la escuela secundaria y la universidad, comparten su vida con la persona que les gusta y aman. Pero en este siglo XXI, la generación joven puede diferenciar entre lo que es bueno y lo que es malo. Prefieren sus propias elecciones. El nivel de vida y la posición financiera no son una barrera entre los dos amantes.