Taller de flamenco (2013)

Sevilla (España), barrio de San Luis. Entre febrero y mayo de 2009, los últimos meses previos al cierre de un centro social okupa autogestionado en una fábrica de sombreros abandonada, una cámara intenta filmar un taller semanal de cante flamenco. Ese proceso se convierte en una búsqueda frustrada, una serie de pruebas con todas las variantes del cante flamenco que se enseña y se aprende: farrucas, soleares, seguiriyas, tarantos, bulerías, granaínas, alegrías y tientos-tangos. El resultado es una película tan incompleta y trunca como el taller y el espacio físico que retrata, ambos son proyectos aún en construcción, inacabados y frustrados. Es también una película que trata de mantener la misma conexión con el flamenco que tienen los personajes, mostrándolo sin estilización y desmenuzando su solemnidad, sugiriendo así una reivindicación de su vigencia actual y una ampliación de sus posibles alcances.