A tutti i popoli del mondo (2013)

David Lazzaretti todavía es considerado hoy como el profeta del Monte Amiata, en Toscana. Su acción estuvo siempre volcada hacia los humildes, a su venganza social, a la redención económica y cultural. Su visión de la comunidad, de la justicia, de la religión, traspasaba la utopía, se remontaba a los orígenes del cristianismo. Los campesinos que lo siguieron juntaron todas sus pertenencias para la construcción de una comunidad: la Sociedad de Familias Cristianas. Se caracterizó por la posibilidad de participación de la mujer en la vida pública y religiosa, por la garantía de instrucción y asistencia a todos. Muy por delante de su tiempo, David Lazzaretti fue considerado peligroso por las instituciones religiosas y laicas. Fue perseguido por el Estado y sus obras fueron puestas en el Índice por la Iglesia del Vaticano. Sus gestas se vieron interrumpidas con la matanza del 18 de agosto de 1878.