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El 8 de marzo de 1971, ocho ciudadanos comunes irrumpieron en una oficina del FBI en Media, PA. Llamándose a sí mismos la Comisión de Ciudadanos para Investigar el FBI, eliminaron todos los archivos en la oficina. Enviados de forma anónima, los documentos robados comenzaron a aparecer en las salas de redacción. El atraco produjo un tesoro de pruebas condenatorias. La revelación más significativa fue COINTELPRO, un controvertido programa de vigilancia secreto e ilegal supervisado por el director de la Oficina de por vida J. Edgar Hoover. A pesar de una de las investigaciones más grandes jamás realizadas, el FBI no pudo atrapar a los ladrones. Los responsables nunca han revelado sus identidades. Hasta ahora. Por primera vez los ladrones han decidido hablar sobre sus acciones. 1971 es su historia, examinando las consecuencias e implicaciones de sus acciones, antes y ahora.