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Ávido de pendientes pronunciadas,Marco Siffredi (1979-2002) obedecía una sola regla: no caer.Este niño talentoso con cabello a veces rubio peróxido,verde o azul chocaban en su valle: Chamonix,La meca del montañismo.Lo suyo era subir para bajar en una tabla de snowboard.8 de septiembre,2002,altitud 8848 metros,oxígeno raro,su cabeza ya roza el cielo y su tabla de snowboard,Marco Siffredi,23,Se precipita desde la cima del Everest en el corredor de Horbein y sus pendientes de 50 grados.El año anterior,ya había realizado el primer descenso de la montaña en snowboard.Pero queda otro corredor...mas directo.No es un desafío,solo una razón de ser...Tenía sólo 19 años cuando logró el ansiado primero: el descenso de la vertiente Nant Blanc de la Aiguille Verte,el más "arrugado" de los Alpes.A partir de entonces,Marco encadenó una cantidad vertiginosa de descensos y primicias e hizo de la extensión blanca y helada con pendientes pronunciadas su dominio favorito.En un estilo puro que mezcla embriaguez extrema y jubilosa,Marco fuera de lo común,impone su "paseo" entre el deslizamiento y el montañismo.Sin embargo,ese día,en lo alto del techo del mundo,su rastro se pierde...Bertrand Delapierre,su compañero de escalada,nos abre sus archivos y nos entrega aquí el retrato de un joven excepcional,lejos de los clichés de las películas de snowboard.