Silent Colours (2011)

Raghavan tiene una discapacidad visual total de nacimiento. Sin embargo, rara vez creó obstáculos para sus 65 largos años de vida. Para él, sus oídos también se doblaron como sus ojos. Su nieta Paru le dio buena compañía. El entusiasmo de Raghavan por ver el mundo aumentó después de experimentar el mundo de colores y rimas del pequeño Paru. Se sometió a una operación de ojo y comenzó a ver un mundo, cuadro por cuadro. Pero le resultó difícil relacionar lo que había oído y lo que vio. Sintió que los ojos y los oídos son solo herramientas bajo el mando de la mente. Finalmente, encontró una salida.