Senza lasciare traccia (2016)

Bruno ha tratado de olvidar, pero aún lleva las cicatrices de su pasado, en su piel y debajo, escondidas entre los pliegues de su alma y cuerpo, como la enfermedad que lo consume lentamente. Un día, Bruno tiene la oportunidad de volver a donde todo comenzó, un horno en desuso que se convirtió en el refugio de un hombre y su hija. Ninguno de los dos reconoce al intruso, cuyas intenciones parecen cada vez más esquivas y ambiguas. Bruno debe encontrar a alguien a quien responsabilizar para curarse, debe mirar a los ojos el origen de su sufrimiento, buscar huellas, borrarlas, para tratar de detener al intruso que lleva dentro.