Graziella (2015)

Un examen conmovedor de dos personajes de mediana edad derrotados que no están seguros de que la vida les depare la posibilidad de un segundo acto. Como prisioneros que forman una conexión mientras trabajan juntos en el trabajo-liberación, los dos actores encajan maravillosamente, ninguno necesita mucho diálogo para explicar su cautelosa determinación de reconectarse con un mundo que los abandonó. Su pedigrí de casa de arte debería llamar la atención sobre una película que merece una exposición teatral más allá del circuito de festivales. Graziella (Rossy De Palma) se acerca al final del mandato que cumple por matar a su padre. Ella va a trabajar como una de las tres cuidadoras en un internado abandonado, donde conoce a Antoine (Denis Levant), un proyeccionista antes de la cárcel, y le dicen, sin explicación, "Ten cuidado con él, es como tú". Los dos se unen profundamente de una manera que entendemos como romántica a pesar del hecho de que, más allá de la mitad de la película, no los hemos visto besarse.