Mon père n'est pas mort (2023)

Malik y su padre Mehdi viven en un parque de atracciones donde trabajan como personal de mantenimiento. Un día, Mehdi le ofrece cinco cuadros a su hijo y le comenta que son especiales. Malik siente curiosidad, pero está más deslumbrado por la belleza de las obras de arte. Al día siguiente, los dos se dirigen a un teatro en busca de carteles, pero accidentalmente se encuentran en medio de un mitin político. Mehdi entra en pánico y toma la caja equivocada. Al salir, dos policías lo maltratan frente a Malik y lo acusan de propaganda contra el gobierno. Más tarde esa noche, la policía irrumpió en el parque de atracciones y arrestó a Mehdi. Están dirigidos por un jefe despiadado y temible, L'Ghoule. Sorprendido, Malik comienza a buscar a su padre con la ayuda de los otros artistas y encuentra respuestas en las pinturas que dejó su padre.