The Dress That Eats Souls (2018)

Un gran vestido robótico con una falda de 14' se encuentra en una habitación con poca luz. En lo alto hay una pantalla CinemaScope de 12'. Un espectador se acerca al vestido. Habla y el espectador comienza un viaje desde 1918 hasta un futuro lejano: 200 años del compromiso visceral del cuerpo humano con las tecnologías en evolución. El movimiento del cuerpo del espectador se refleja en la robótica del vestido mientras te guía a través del tiempo: se comporta como si lo estuvieras usando.