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Emy Mena es una actriz salvadoreña que habla español, inglés, francés e italiano básico. Nació en San Miguel, El Salvador en 1996 y ahora reside en La Libertad, El Salvador. Aunque estuvo expuesta a las artes desde la infancia, no fue hasta que vio a la maestra de teatro de su escuela secundaria actuar en una obra de teatro que descubrió que quería convertirse en actriz profesional. Tal como está, ese momento sería la epifanía que cambiaría su vida. A pesar de saber que quería ser actriz, Emy estudió un semestre de psicología, porque en ese momento El Salvador tenía recursos limitados para los estudiantes que querían estudiar actuación. Sin embargo, tres meses después de iniciar su carrera en la universidad, hizo una audición profesional por primera vez para una obra de teatro y consiguió uno de los papeles principales. Ella pasó a formar parte del grupo de teatro llamado La Zebra, con quien luego iría a Malayerba, Ecuador para recibir un taller de teatro en enero de 2017. Al terminar su semestre en la escuela, se abrió una especialización en Artes Dramáticas Técnicas en su universidad e inmediatamente cambió de carrera. Debutó como actriz formal en julio de 2015 y luego su carrera continuó creciendo. En julio del mismo año, terminó su carrera y se graduó más tarde en 2019. Ha estado en un total de ocho obras de teatro entre las que se encuentran "Romeo y Julieta" como Julieta, dirigida por el director salvadoreño Roberto Salomón; y "Dioniso", dirigida por el argentino Cesar Brie. Junto con eso, hizo la transición al cine en 2016 y desde entonces, Emy ha estado en tres largometrajes, todos actualmente en postproducción. En 2018 se incorporó al estudio de actuación salvadoreño SAS El Salvador. Primero recibió una Masterclass con el actor y director canadiense Mackenzie Gray y luego conoció a Vanesa Tomasino, su mentora y entrenadora de actuación en El Salvador. Uno de los principales sistemas de apoyo de Emy es su familia; con su apoyo, ella sabe que puede lograr cualquier cosa. Emy cree firmemente que los sueños, la ley de la atracción y el trabajo duro pueden marcar la diferencia en la vida.