Solinka de Panamá

Solange Arias era funcionario público en la década de 1950, y trabajaba como secretario en el Ministerio de Educación de Panamá. Tenía una buena voz y era una mujer muy atractiva, por lo que un agente cubano la convenció de convertirse en cantante profesional de "salsa". En esos años, los hombres dominaban el género de la salsa, por lo que Solange no tuvo éxito al principio. Su agente decidió enviarla al extranjero, a Ecuador y Perú en Sudamérica para probar suerte. Fue en Perú donde se convirtió en una sensación como artista de salsa. Una periodista entusiasta escribió que su actuación fue tan brillante como un "sol inca" (sol inca), un apodo que adoptó como su nombre artístico, cambiando la c por una k y agregando "de Panamá". Se casó en Perú y, a su regreso a Panamá, Solinka finalmente tuvo éxito en su país natal. Firmó un contrato con una compañía de grabación, viajó mucho y ganó el primer premio en el festival internacional de canciones de Valparaíso. Después de la muerte de su esposo, Solinka se retiró y creó una base para la protección de los animales, pero aún se presenta en ocasiones especiales.