Lo más buscado
No se encontraron resultados
- Escribir un artículo
- Publicar debate
- Crear una lista
- Subir un video
Glass, nacido en Baltimore, Maryland, trabajó en la tienda de radio de su padre y descubrió que la música escuchaba la música clásica occidental que los clientes parecían no querer. Estudió violín y flauta, y obtuvo una admisión temprana a la Universidad de Chicago. Después de graduarse en matemáticas y filosofía, fue a la escuela Juilliard de Nueva York, condujo un taxi y estudió composición con Darius Milhaud y otros. A los 23 años, se mudó a París para estudiar con la legendaria Nadia Boulanger, quien enseñó a casi todos los principales compositores clásicos occidentales del siglo XX. Mientras estuvo allí, descubrió la música clásica india mientras transcribía las obras de Ravi Shankar en notación musical occidental para un cineasta francés. Un punto de inflexión creativo, Glass investigó la música no occidental en la India y partes de África, y aplicó las técnicas a su propia composición. De vuelta en los Estados Unidos, Glass pasó a fines de los años sesenta y principios de los setenta conduciendo un taxi en Nueva York y creando una importante colección de música nueva. En 1976, su histórica ópera "Einstein en la playa" fue puesta en escena por Robert Wilson con una variedad de críticas desconcertantes. Sus composiciones eran tan vanguardistas que tuvo que formar el Philip Glass Ensemble para darles un lugar para la actuación. Aunque se le llama minimalista por la corriente dominante clásica occidental, niega esta categorización. Sus obras principales incluyen ópera, piezas de teatro, danza y canto. Su trabajo en la película, comenzando con Koyaanisqatsi (1982), dio a los cineastas como Godfrey Reggio y Errol Morris un nuevo espacio de expresión a través de la forma documental. Sus muchas grabaciones también han ampliado su audiencia. En el Metropolitan Opera le encargó que compusiera "The Voyage" para el quinquacentennial de Columbus en 1992. En 1996, compuso música original para los Juegos Olímpicos de Atlanta, lo que, quizás, hizo al Glass casi convencional. El vidrio sigue siendo uno de los compositores estadounidenses más importantes. Su música es distintiva, inquietante y evocadora. Ya sea realizada por sí misma o en colaboración con otros medios, sus composiciones mueven al oyente a lugares inexplorados. Más recientemente, una importante reexaminación de la obra de Glass lo ha llevado a ser etiquetado como El último romántico por la prensa musical.