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Alex Proyas se ha movido sin esfuerzo entre dirigir comerciales de televisión y videos musicales a largometrajes.Proyas nació de padres griegos en Egipto y se trasladó a Australia con su familia cuando tenía tres años.Comenzó a hacer películas a los diez años y luego asistió a la Escuela de Radio y Televisión de Cine de Australia junto con Jane Campion y Jocelyn Moorhouse.Proyas colaboró con Campion en dos de sus cortos, A Girl's Own Story (1984), para el que escribió e interpretó una canción, y Passionless Moments (1985), que fotografió.El cortometraje de Proyas, Groping (1980), le había ganado cierta atención en las proyecciones de festivales de Sydney y Londres.Además, cuando aún era estudiante, el novato emprendedor formó Significativo Eye Contact, una compañía de producción.Spirits of the Air, Gremlins of the Clouds (1987) marcó el debut cinematográfico de Proyas como director y guionista.Ambientada en un mundo post-apocalíptico, la película, con su estilizado diseño de producción y textura auditiva, era atípica de la comida australiana estándar, más parecida a un video musical de formato largo.Los críticos admiraron la visión del director, pero sintieron que faltaba el resultado general.Proyas continuó perfeccionando su oficio dirigiendo anuncios televisivos para productos como Nike, Nissan y Swatch (obteniendo elogios de asociaciones de publicidad en Australia e Inglaterra) y dirigiendo videos para artistas como Sting, INXS y Crowded House.En 1993, Proyas fue elegido para dirigir la adaptación cinematográfica de la tira cómica de James O'Barr The Crow (1994).Durante la producción, la estrella Brandon Lee murió de una herida de bala accidental (irónicamente, la historia de la película gira en torno a la resurrección de su personaje).Su muerte empañó el resto de la filmación y su posterior estreno en cines, aunque las críticas fueron generalmente favorables, la mayoría destacando los valores de producción que crearon un páramo incoloro empapado de lluvia que invocaba comparaciones con el seminal Blade Runner (1982) de Ridley Scott y Batman de Tim Burton (1989).Hecho para aproximadamente14 millones, recaudó cerca de50 millones a nivel nacional.Proyas parecía dispuesto a pasar a otros proyectos y fue anunciado como director de Casper (1995), pero abandonó el proyecto y fue reemplazado por Brad Silberling.Después de una ausencia de cuatro años, regresó con otro thriller, Dark City (1998), sobre un amnésico que puede haber sido o no un asesino en serie.Garage Days (2002) marcó el regreso de Proyas a su tierra natal, Australia: la película cuenta la historia de una joven banda de garage de Sydney que intenta desesperadamente triunfar en el competitivo mundo del rock 'n' roll.En 2004 Proyas regresó a Hollywood: dirigió Yo, Robot (2004), una película de ciencia ficción sugerida por la compilación de cuentos cortos 'Isaac Asimov' del mismo nombre que protagonizó Will Smith.Fue un éxito de taquilla, pero recibió reacciones encontradas por parte de los lectores y fanáticos de las historias de Asimov.