Turhan Bey

protagonista popular en la década de 1940 de Hollywood que, con su comportamiento suave, aspecto exótico hermoso y la voz bien modulada, fue primeramente convocado para retratar personajes misteriosos o malvados. Pronto se asoció con otros "exóticos" (por ejemplo, María Montez y Sabu) en una serie de aventuras de evasión, filmadas en el glorioso Technicolor y establecidas en tierras de fábula, que resultó ser la más popular entre el público de las películas de los años de la Segunda Guerra Mundial. Pero con el fin de la guerra, su carrera (como la de Montez) disminuiría. Él finalmente volvió a su ciudad natal para buscar oportunidades en la fotografía comercial.