«Todos los vaqueros de la pantalla se comportaban como auténticos caballeros. No bebían, no fumaban. Cuando derribaban al malo, siempre se quedaban con los puños en alto, esperando a que el pesado volviera a ponerse en pie. Yo decidí que iba a arrastrar al malo hasta sus pies y seguir golpeándole».
John Wayne, nacido Marion Morrison, fue un importante actor estadounidense que encarnó el arquetipo del vaquero y soldado fuerte, símbolo de los valores idealizados de Estados Unidos. Se ganó el apodo de «Duke» y comenzó su carrera cinematográfica a finales de la década de 1920, tras entablar amistad con el director John Ford. Su gran éxito se produjo en La diligencia (1939), que le consagró como estrella principal. Durante la Segunda Guerra Mundial, aunque no pudo combatir debido a la edad y a las lesiones, entretuvo a las tropas y protagonizó películas que representaban a los héroes estadounidenses por excelencia. Sus colaboraciones con Ford definieron su carrera, sobre todo en la «Trilogía de la Caballería» (Fort Apache, She Wore a Yellow Ribbon, Rio Grande), que presentaba una compleja visión del patriotismo y del Viejo Oeste. El papel de Wayne en The Searchers (1956) destaca por explorar el comportamiento obsesivo y el racismo. También trabajó con Howard Hawks, produciendo clásicos como Río Rojo (1948) y Río Bravo (1959). Otras películas importantes son Arenas de Iwo Jima (1949), El Álamo (1960) y True Grit (1969), por la que ganó un Oscar. La última película de Wayne, The Shootist (1976), sirvió de conmovedora despedida antes de su muerte por cáncer. A pesar de las críticas por su versatilidad y sus controvertidas opiniones políticas, Wayne sigue siendo una figura destacada del cine y ha recibido honores póstumos como la Medalla de Oro del Congreso y la Medalla Presidencial de la Libertad.
