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Ex bailarina de ballet, la elegante Mari Aldon se casó con el director de Hollywood Tay Garnett, quien la animó a convertirse en actriz. Lo hizo, pero no dejó una huella profunda en la historia del cine, con una excepción, el papel de Judy Beckett, una prisionera de los Seminoles y el encantador interés romántico de Gary Cooper en Distant Drums (1951). Además de esto, apareció en algunos largometrajes, y luego solo brevemente en dos películas importantes, The Barefoot Contessa (1954) de Joseph L. Mankiewicz y 'Summer Vacation' de David Lean (1955). El resto de su carrera la dedicó a la televisión.