Milena Dravic

Nacido en Belgrado, Dravic se involucró con las artes escénicas desde los cuatro años: primero con la danza y luego con el ballet clásico. En 1959, mientras estaba en la escuela secundaria, el director Frantisek Cap la vio en la portada de una revista juvenil en una foto de grupo de bailarines de ballet y decidió en el acto acercarse a ella para que estuviera en su película Vrata ostaju otvorena. Después de aparecer en algunas películas más, decidió dedicarse a la actuación a tiempo completo y se inscribió con éxito en la Academia de Artes Dramáticas de Belgrado. Su gran oportunidad llegó en 1962 cuando ganó el premio Golden Arena a la Mejor Actriz (que era el equivalente yugoslavo del Premio de la Academia) por su papel en la película Prekobrojna de Branko Bauer. Este fue el momento que la encaminó a convertirse en la primera y posiblemente la mayor estrella de cine de Yugoslavia. Milena Dravic continuó con una larga y prolífica carrera durante la cual mostró un gran talento y versatilidad. Era igualmente memorable y creíble como la heroína trágica en las epopeyas de la Segunda Guerra Mundial patrocinadas por el estado, protagonista excéntrica de películas experimentales de autor como WR: Misterios del organismo y comedias románticas. Destacó especialmente en este último durante las décadas de 1970 y 1980. Ganó el Premio a la Mejor Actriz de Reparto de Cannes en 1980 por Trato especial. Por sus papeles y contribuciones a la cinematografía nacional, recibió el prestigioso premio Pavle Vujisic en agosto de 1994.