Farah Pahlavi

La emperatriz Farah Pahlavi nació el 14 de octubre de 1938, la única hija de Sohrab Diba, quien falleció cuando ella solo tenía nueve años. Oficial del ejército iraní, su padre también se graduó en derecho en la Sorbona y en la famosa Academia militar francesa de St. Cyr. Su madre, Mme. Farideh Diba, supervisó personalmente su educación, primero en las escuelas Jeanne d'Arc y Razi de Teherán, y luego en la Ecole d'Architecture de París, donde estaba estudiando hasta el momento de su matrimonio con el Shah anshah Aryamehr, que tuvo lugar el 20 de diciembre de 1959. Como Emperatriz, persiguió sus intereses en el trabajo social, la emancipación de la mujer, el deporte y el arte. La mayor parte de su tiempo la dedicó a la promoción del bienestar social y la cultura, y fue patrocinadora de 24 organizaciones educativas, de salud, culturales y benéficas. Además de supervisar el trabajo de estas organizaciones en Teherán, la Emperatriz visitaba con frecuencia incluso las partes más remotas de Irán para conocer de primera mano la vida y las aspiraciones de los agricultores y la gente corriente. Además de acompañar a su esposo, la Shahanshah, en visitas oficiales al extranjero, la Emperatriz también ha realizado varias visitas oficiales y semioficiales a países extranjeros en Europa, América, África y Asia. El profundo interés y la participación personal de la emperatriz Farah en las artes han sido en gran parte responsables de los numerosos movimientos culturales de Irán, y sus frecuentes visitas a exposiciones y espectáculos de arte dieron un nuevo incentivo a todas las actividades artísticas iraníes. Apoyó a los jóvenes artistas iraníes a través de sus esfuerzos personales y fue una fuerza impulsora detrás de una serie de museos de arte especializados y otros proyectos para preservar y publicitar el arte y la arquitectura antiguos y tradicionales. Si el nombre de la Emperatriz quedara ligado a sólo dos esferas de acción en Irán, sin duda sería la de la cultura y la de la emancipación de la mujer. Durante su reinado, las mujeres desempeñaron un papel cada vez más importante en la vida pública. Diputadas, senadoras, ministras, embajadoras, abogadas, jueces, etc., las mujeres estuvieron en todas las altas instancias nacionales y locales y ocuparon cargos importantes en todas las áreas de la administración. La emancipación de la mujer, así como las reformas económicas y sociales que tuvieron lugar, modificaron profundamente las estructuras de la sociedad iraní.