H.V. Kaltenborn

Hans V. Kaltenborn tenía algunas experiencias de colores en 1933 en el advenimiento de Hitler convertirse en canciller de Alemania y la fundación del nazismo allí. Al ser de origen alemán que pudo haber tenido una admiración ciega por la disciplina y la precisión de la juventud alemana nazi. Se negó a creer los informes de que los matones S.A. insultaron y golpearon en forma rutinaria visitantes estadounidenses a Alemania que no se presentaron en cumplimiento de sus desfiles por las calles ni levantaron sus brazos en el saludo nazi. Su adulación por la Alemania nazi se vino abajo en 1933, cuando por no haberse detenido y saludar el desfile fue insultado verbalmente y su hijo asaltado físicamente. Recibió un duro golpe y presentó una reclamación ante el consulado estadounidense en Berlín, pero no pasó nada. Este incidente está bien documentada en el libro titulado En el Jardín de las bestias por Erik Larson.