Anton Karas

Anton Karas era un mero artista en un Heurige (Viennese Wine Bar), pero Carol Reed lo seleccionó como director musical de "The Third Man" (1949). Fue invitado a Londres y vivió con Reed. Reed lo trató muy bien, pero Karas estaba en una recesión. Luego, de repente, Reed corrió a la habitación de Karas y se tendió en el piso. "¡Ahora estoy muerto! ¡Solo tu cítara puede traerme de vuelta a la vida! Karas, toca una canción que me resucite de entre los muertos". Al instante, Karas se dio cuenta de su intención y trató de tocar una canción que lo satisficiera. Pero Reed no estaba satisfecho fácilmente, Karas se ejercitó durante horas; en el momento en que casi se dio por vencido, tocó esa melodía familiar. El éxito de "El tercer hombre" cambió totalmente la vida de Karas. Jugó en todo el mundo y ganó el aplauso de la familia real británica y del Papa. Ganó mucho dinero. Lo llamaron "Sr. Cenicienta". Pero Viena era la única ciudad en la que realmente podía vivir. Así que regresó a Viena e intentó correr su propio Heurige. Pero el pueblo austriaco estaba tan celoso de él, la mayoría de las personas en Austria estaban en la pobreza en ese momento. Además, "El tercer hombre" no era una película sobre la gloria de la monarquía de los Habsburgo, sino sobre la desgracia de la derrotada Austria. Y la cítara misma fue despreciada allí. Finalmente, la gente demandó a Karas por su negocio Heurige, lo envió a la confusión de los juicios, y luego fue completamente excluido.