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Actriz de teatro exuberante y divertida que se destacó en las comedias ligeras ("Le système Ribardier" de Feydeau, "Chat en poche";"La etiqueta" de Françoise Dorin;"El Diván" de Remo Forlani, "Un rey que tiene desgracias", "Guerra y paz en el Café Sneffe"), Micheline Luccioni no tuvo la carrera cinematográfica que se merecía.Utilizada con demasiada frecuencia como la prostituta burlona o la puta provocadora en la oficina, sin embargo interpretó estos papeles con la insolencia jocosa adecuada.No es de extrañar que solía aparecer en comedias escritas y / o dirigidas por Michel Audiard.De hecho, era una de esas mujeres coloridas (junto con Françoise Rosay, Ginette Leclerc, Jacqueline Maillan, entre otras) cuya vivacidad realista les permitió entregar por lo que valen las mordaces líneas pulidas por el maestro de la lengua verde francesa. .Con todo, Micheline Luccioni apareció en pocas películas memorables.Incluso derrochó su talento en bombas firmadas por Michel Gérard o Richard Balducci.Pero sí tuvo buenos momentos en "Pot Bouille", la adaptación de 1957 del clásico de Emile Zola de Julien Duvivier (como la histérica cuñada) y como una de las hijas de Valentine Tessier en el debut como directora de Jean-Claude Brialy "Eglantine" ( 1971).Ella también estaba bien en el maravilloso "No hablamos en serio cuando tenemos 17" de Adam Pianko, sobre el embarazo en la adolescencia.Micheline Luccioni interpretó el difícil papel de la madre de la niña de 15 años con sutiles matices, un personaje conmovedor que se encuentra a años de la mujer ruidosa que solía interpretar.Esto podría, y debería, haber sido el comienzo de una nueva carrera, pero lamentablemente la película se vio poco y no salió nada de ella.