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Una heroína anónima y pionera del arte del stop-motion, Virginia May tuvo una carrera bastante indocumentada. Conocida como escultora, sus pocas películas sobrevivientes de la década de 1920 presentan la técnica de cuadro por cuadro mediante el uso de modelos de arcilla y otros trucos de edición, como imágenes invertidas, para dar vida a hermosas animaciones. Su trabajo más notable es una batalla entre un tiranosaurio rex saltador (lo que la paleontología actual consideraba correcto) y un triceratops en Pathé Review: Monsters of the Past (1923). Según Film Daily, trabajó en una serie presuntamente perdida para FitzPatrick's Pictures Inc. conocida como "American Hollidays" a fines de la década de 1920 y principios de la de 1930. En cinco capítulos, recreó en arcilla pinturas famosas que representan hechos y personajes históricos, como George Washington y Abraham Lincoln. Espero que en el futuro surjan más detalles sobre su vida.