Dorothea Wieck

Después de pasar la mayor parte de su infancia en Suecia, Dorothea fue educada en Dresde y, a la edad de 12 años, Maria Moissi le enseñó a bailar en Berlín. Hizo su debut teatral en Viena, donde apareció en obras de Carl Zuckmayer y Ferenc Molnár. La suiza debutó en el cine mudo en 1926 tras ser descubierta por el director Franz Seitz. Su mayor impacto fue estar en la pionera película feminista de Leontine Sagan Mädchen in Uniform (1931) en el papel principal de la maestra Fraeulein von Bernburg. Sobre la base de esta actuación, Paramount la contrató para protagonizar Cradle Song (1933). Si bien su actuación fue conmovedora, la película fracasó en la taquilla y su segundo trabajo en Hollywood (Baby Is Stolen de Miss Fane (1934), basado en el caso del secuestro de Lindbergh) lo hizo aún peor. Esto, combinado con acusaciones de espionaje, la obligó a regresar a Alemania. De regreso a casa, no ocultó su disgusto por el régimen nazi y su carrera sufrió como resultado. Siguieron solo unos pocos papeles en películas relativamente menores. Después de la guerra, dedicó la mayor parte de su tiempo al teatro (con apariciones esporádicas en pantalla) y entre 1961 y 1967 enseñó actuación en su propia academia de Berlín.