Jose Da Silveira

José Da Silveira, como muchos otros pintores célebres antes que él, como Van Gogh, Gauguin y Chagall, ha estado innegablemente marcado por las mágicas luces y colores de su Provenza francesa. El don de Da Silveira para el arte, descubierto a una edad temprana, le dio la oportunidad de estudiar con algunos de los más grandes maestros de Provenza, incluidos Maurois y Ambrogiani. Comenzó a mostrar su trabajo profesionalmente a los 16 años. Su trabajo es a la vez contundente y único, con un dominio de la técnica del color y los pigmentos que le valió seguidores dedicados. A medida que su estilo maduró y evolucionó, los críticos de arte y los conocedores lo acuñaron Formismo, y nació una nueva escuela de arte. 20 años después, la pintura formista sigue inspirando a una nueva generación de artistas. El estilo de Da Silveira combina técnicas y formas contemporáneas con colores explosivos e imágenes poderosas. Pero la pasión que forma el núcleo de su trabajo encuentra su fuente en su juventud turbulenta y colorida. Da Silveira nació en 1965 en un pequeño pueblo de la jungla en Mozambique, en el vasto y agitado continente africano de un célebre rejoneador (torero) portugués e hija de uno de los líderes de la Resistencia francesa en Provenza. Mientras su padre estaba en África luchando en la Guerra de Liberación de Mozambique, Da Silveira pasó los primeros años de su vida yendo y viniendo entre África y Francia, luego Portugal y Francia, y finalmente se instaló con su madre en Marsella. Aunque la extrema sed de vida que José aprendió a una edad temprana siempre está presente en su obra, el tema recurrente del amor romántico y paterno es la musa de su obra, que él describe como poesía visual. Con sus obras en algunas de las colecciones más destacadas de Japón y Europa, incluida la de la familia real portuguesa, Da Silveira comenzó a buscar un nuevo desafío: el Nuevo Mundo. Desde que se mudó a California en 1997, su paleta ha encontrado un nuevo brillo y una cualidad explosiva que solo el ambiente californiano puede inspirar. La pasión de Da Silveira por la forma femenina, ya sea maternal o sensual, es también una importante inspiración para su pintura. Desde sus momentos más sagrados hasta los más solitarios, Da Silveira ofrece al espectador una ventana al alma de una mujer. De sus sueños surge su visión poética. José también es conocido como novelista, dramaturgo y productor de cine.