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Cantante, músico y animador cubano que dejó una huella imborrable en la historia de la música popular cubana. A los 9 años, Rolando aprendió por sí solo a tocar la percusión y era obvio que tenía un gran oído para la música y los ritmos afrocubanos. En su adolescencia, fue lo suficientemente bueno para tocar con la Banda Municipal de Santa Clara y la afamada Orquesta Arcaño. En 1946 decide probar suerte en La Habana y se convierte en percusionista de la Orquesta Hermanos Palau, pasando más tarde a la popular Banda Gigante de Beny Moré en la que toca "timbales" y hace coros. Poco a poco, Rolando se dio cuenta de que tenía una voz para cantar con un sonido único y decidió que podía expresarse mejor como vocalista. Con la ayuda del músico y arreglista Ernesto Duarte, Rolando definió un estilo de canto que, al principio, fue controvertido, pero que resultaría sumamente comercial. Duarte le presentó a su compañero Guillermo Álvarez Guedes, actor convertido en magnate de la música, y juntos grabaron a Rolando en un bolero titulado "Mentiras tuyas". Tan pronto como se lanzó el sencillo, los DJs de radio empezaron a reproducirlo y al público le gustó tanto que el sencillo vendió 30.000 copias en unos pocos días. Siguieron más grabaciones y había nacido una superestrella. Rolando tenía una gran voz abierta, "ligeramente ronca y agresiva" según el New York Times, pero lo más importante, vivió la letra de sus canciones y transmitió sus sentimientos con una bravuconería tan resuelta que el público no pudo evitar sentirse impactado. Para resaltar el mensaje de una canción, Rolando incluyó algunas improvisaciones que rápidamente pasaron a formar parte de la cultura popular cubana. Durante su canto, siempre vivo y efervescente, pronunciaba frases como "¡de película!" lo que significa "¡esto es como una película!" o "mira esto Tita" que significa "¿puedes creerlo Tita? (Tita era el apodo de su esposa Gisela, un matrimonio que duró 55 años). Con bandejas de éxitos que se reproducen constantemente en las estaciones de radio, lo que le valió varios discos de oro". gran demanda en televisión, teatros, discotecas y todo lo hizo con ganas. Si su sonido y estilo hicieron fortuna en el estudio de grabación, la actuación en directo de Rolando Laserie adquirió una dimensión extra. En primer lugar fue su apariencia, siempre elegantemente vestido con trajes de moda, corbatas o lazos a juego, y rematando todo con una gorra traviesa en la cabeza, lo que se convirtió en su marca registrada. También demostró ser un intérprete consumado con su canto rápido incluso en canciones románticas, lo que fue una maravilla de la improvisación y el sonido. Su ataque y entusiasmo le valieron el apodo de "El Guapo de la Canción" y "El Guapachoso", que en el argot cubano se traduce como cantante valiente o atrevido. En 1959, en la cima de su fama y popularidad, el mundo de Rolando cambió dramáticamente casi de la noche a la mañana cuando Cuba cayó en una dictadura comunista. Todas las libertades fueron abolidas en la isla y decidió que no podía vivir bajo la represión y los mandatos del nuevo régimen. Como miles de sus compatriotas, Rolando se exilió, lo que significó dejar atrás todo lo que había ganado y empezar de nuevo desde cero. Ayudó que su nombre y prestigio estuvieran bastante bien establecidos en otros países latinoamericanos y, después de un par de años luchando por relanzar su carrera, Rolando recibió un valioso apoyo de sellos discográficos en México y Argentina. Siguió lanzando singles y álbumes que se convirtieron en grandes éxitos y tuvo largas residencias en varios países de América Latina, siempre con su esposa Gisela a su lado. Realizó numerosas giras por todo el continente y España presentándose en teatros, discotecas y televisión, ratificando una y otra vez su inmensa popularidad. Con el paso del tiempo se instaló en Miami, que se había convertido en el centro de la comunidad cubana del exilio y donde se sentía más como en casa. Se decía que Rolando nunca superó la tristeza por tener que abandonar su tierra natal, pero siempre esperó ver una Cuba libre durante su vida. Desafortunadamente, nunca sucedió y Rolando desarrolló una forma de enfermedad cardíaca que redujo su actividad artística. Su corazón finalmente se rindió en el Healthsouth Doctors 'Hospital en Coral Gables, Florida, el 22 de noviembre de 1998 a los 75 años. El singular vocalista cubano aún vive a través de sus grabaciones y en la memoria de un público fiel.