Bill Buckner

Bill Buckner logró la inmortalidad y la infamia del béisbol entre los fanáticos de los Medias Rojas de Boston (colectivamente conocidos como La Nación de los Medias Rojas) cuando, como primera base de los Medias Rojas, dejó que una pelota golpeada débilmente por Mookie Wilson se deslizara entre sus piernas durante el Juego 6 de la Serie Mundial de 1986 ( 1986). La espectacular jugada con cabeza hueca le dio a los New York Mets de Nueva York una nueva vida, y ganaron el Juego 6 y la Serie Mundial en siete juegos. La increíble jugada de Buckner prolongó la "Maldición del Bambino" que había plagado a la Nación durante 66 años, después de que el dueño de los Medias Rojas, Harry Frazee, hubiera vendido a Babe Ruth a los Yanquis de Nueva York. El año siguiente, el suplemento anual de béisbol de Sporting News presentó una foto de portada de la mala interpretación de Buckner con el titular, "¿Puede alguien dudar del maleficio de los Medias Rojas"? La Nación se lo tomó tanto que un Buckner retirado se vio obligado a mudarse de la Commonwealth de Massachusetts cuando sus hijos eran acosados ​​por jóvenes fanáticos de los Red Sox.