Lance Catania

Lance fue uno de esos niños que fueron mordidos por el error del cine temprano. A la edad de nueve años, la vida de Lance cambió al ver Criaturas durante un sábado por la noche con su madre. Las clásicas películas de terror de Universal despertaron su imaginación y nunca la soltaron. Inspirado por las imágenes exuberantes, oscuras, en blanco y negro de Frankenstein, Dracula, The Wolfman y todo lo demás, Lance agarró la cámara de cine Kodak de 8 mm de su madre y comenzó a filmar. Armado con la inspiración visual de esas películas clásicas, así como con el expresionismo alemán de Nosferatu y El gabinete del Dr. Caligari, Lance avanzó en su carrera como director de fotografía. El mensaje universal de esas películas es el poder, el impacto y el peso emocional comunicados dentro de la delicada relación entre la luz y la oscuridad. La sutil influencia de la composición tiene que contar una historia de manera no verbal. La cinematografía de Lance ha recibido muchos reconocimientos y premios, pero se estira continuamente y se esfuerza más para encontrar nuevas e innovadoras formas de no solo llevar la visión de su director a la pantalla, sino de hacerlo respetando a los maestros que inventaron la forma de arte. Lance ha trabajado como operador de cámara, productor y director. Ha dirigido un largometraje, Cup of My Blood, y ha producido otros tres. Sus clientes van desde compañías Fortune 500 hasta grandes agencias de publicidad, redes de televisión y estudios cinematográficos.