Quetzal Guerrero

Con un fondo de nativos americanos, brasileños y mexicanos, este músico toca muchos estilos e instrumentos de violín, guitarra, percusión y voz. Su música es una convergencia de Salsa, Yoruba, Brasileña, Jazz, Soul y muchos otros estilos. La exploración musical de Quetzal comenzó en 1986 cuando, a la edad de cuatro años, comenzó a estudiar el método de violín clásico de Suzuki y al año siguiente viajó a Matsumoto, Japón, para continuar sus estudios en el Instituto Internacional de Suzuki. Sus meticulosas habilidades lo llevan a ser el violinista destacado del recital anual Conservatorio Pernambucano de Musicas en Recife, Brasil. Con una vibración reforzada, su don musical se iluminó y atrajo a muchos músicos legendarios con los que tuvo el honor de trabajar, a partir de los 10 años, el propio Mambo King, Tito Puente y el cantante / compositor ganador de premios Grammy Lalo Guerrero. Este virtuoso del violín ha electrificado al público mientras comparte escenario con gente como Barrio Boys, Los Illegales, Fey, Christian Castro, Vicky Carr, Acoustic Alchemy y Jorge Santana. Su movimiento musical se expande más allá de los límites del sonido. Mueve sus ritmos al escenario de la danza, explora los colores de la vida a través de pinturas y comparte audazmente las muchas facetas de su personalidad a través de la actuación. Cuando le preguntas a Quetzal quién es, él simplemente responde "Soy un artista" y lo que viene a través de él es una obra maestra multidimensional. Quetzal, cuyo nombre significa preciosa pluma en el idioma azteca-náhuatl, expandió sus ricas raíces de nativos americanos / brasileños al mundo de la danza y la música house cuando, en 2004, fue presentado a Osunlade, director ejecutivo de Yoruba Records, en la prestigiosa Winter Music Conference en Miami. La verdadera esencia de la musicalidad innata de Quetzal lo llevó a convertirse en director musical de la muy aclamada gira estadounidense y europea Osunlade Live 2004. Poco después firmó con el sello discográfico Yoruba Records. Quetzal Guerrero ejemplifica un brillo que es a la vez precioso y raro. Desde el principio hasta más allá, honra completamente sus dones dados por Dios mientras está de pie magistralmente en los pasos ancestrales de la integridad musical.