Carla Subirana

Mi primer contacto con el mundo del cine llegó a través de mi abuela Leonor, limpiadora del Cine Alexandra de Barcelona. En mi infancia pasé muchas tardes con ella, dando piruetas en el cine y colándome en la platea para ver las películas. Allí, en la oscuridad de un cine, descubrí un mundo nuevo que me ofrecía la posibilidad de viajar, de soñar, de ser otra. Mi ópera prima fue NATANDO (2008), un documental con el que emprendí un viaje hacia la memoria familiar en busca de un fantasma en una familia de mujeres. Mi segundo largometraje, VOLANDO (2012), hizo historia al ser el primer documental filmado dentro de una academia militar, lo que me permitió adentrarme en un mundo completamente desconocido para el público. Eso es precisamente el CINE para mí: una búsqueda y una exploración, y cada película es una nueva experiencia llena de tesoros por descubrir. Tengo más de 10 años de experiencia académica como docente, lo que me ha llevado a entender que lo más importante en un proyecto es su alma junto con tener claro lo que queremos contar de nosotros mismos. Paralelamente, he diseñado la experiencia de acompañamiento creativo “Camina tu idea”, y los talleres “La Semilla” en los que comparto mi experiencia con mujeres que también sienten el impulso y la necesidad de profundizar en el origen de sus ideas. A los 50 años estrené SICA (2023), mi primer largometraje de ficción, en la Berlinale. Soy miembro fundador de la asociación Dones Visuals porque creo en la idea de que solo juntas las mujeres encontraremos nuestro lugar en la industria del cine y en el mundo.