Lara Dale

Lara Dale se formó desde la más tierna infancia en música clásica y ballet. Se enamoró de la coreografía y comenzó a crear obras para ballet y danza moderna antes de mudarse a Nueva York para seguir una carrera como coreógrafa. Una grave lesión en el baile cambió por completo su vida y la envió por un camino muy diferente. Tuvo suerte en un apartamento de alquiler controlado en Alphabet City y tuvo el privilegio de trabajar como asistente del fallecido Howard Guttenplan, director del Millennium Film Workshop en el East Village, en los días de Super 8 y 16MM. Pudo ver las primeras proyecciones de Todd Haynes, Susan Seidelman, Spike Lee, Tom DiCillo y Jim Jarmusch, entre otros, y se sintió tremendamente inspirada por su arduo trabajo, innovación y éxito independiente. Su inmersión desde una edad temprana en la sincronización precisa de la música clásica y los rigurosos movimientos físicos del ballet y la danza moderna crearon el trasfondo perfecto para dominar el arte de Foley, que aprendió de la artista de Foley ganadora del premio Emmy Ellen Heuer. Su experiencia temprana en Millennium también le dio una debilidad por los cineastas independientes, y sigue haciendo de los proyectos prometedores de bajo presupuesto una prioridad siempre que sea posible.