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Las playas de arena y el entorno tropical de Miami son un escape suficiente para cualquier visitante a un lugar que se ha llamado la Riviera americana.Sin embargo, fue durante sus años universitarios en la gloriosamente verde Universidad de Miami cuando Neal-Louie decidió viajar al extranjero a lugares como Praga y la costa de Amalfi para perseguir su sueño.Ese sueño era ser un artista un día, y fue durante esos años decisivos que pudo ahondar con entusiasmo en su artista interior.Mientras actuaba en varios cortometrajes, Neal-Louie también pudo adquirir conocimientos y experiencia esenciales detrás de la lente.Nacido en Red Bank, Nueva Jersey, en agosto de 1986, no pasó mucho tiempo antes de que Neal-Louie se diera cuenta de su ambición motriz y su vocación en la vida.Y fue ese llamado lo que lo impulsó a emprender su viaje en sus propias manos y explorar la ciudad conocida por ayudar a los maestros de todas las artes creativas, desde la actuación hasta el dibujo, el canto y el diseño.A un corto viaje de distancia, la ciudad de Nueva York se convirtió en una especie de segundo hogar para Neal-Louie.Durante sus visitas experimentó encuentros únicos en todas partes, desde Broadway hasta Bleecker Street, y pronto se dio cuenta de hasta dónde podían llevarlo el individualismo, la asiduidad y la esperanza de una gran expresión.Con los esfuerzos de Nueva York todavía frescos en su mente, Neal-Louie mantuvo su pasión participando en el escenario y en películas de aficionados a lo largo de sus años de escuela secundaria y preparatoria.Y cuando llegó su primer día en la Universidad de Miami, sabía que su futuro indudablemente estaría marcado por la actuación.Ya sea en el campo de fútbol, donde comandó el terreno como mariscal de campo de su equipo de la escuela secundaria, una posición que dice que obtuvo debido a la valentía que aprendió de la actuación;o frente a la cámara, Neal-Louie siempre ha valorado el hecho de haber sido capaz de seguir su propio camino a partir de la percepción que adquirió como artista.Neal-Louie está satisfecho con sus experiencias y las lecciones que ha aprendido.Sin embargo, se considera un alumno por encima de todo, con espacio para el enriquecimiento.Se mantiene lleno de energía para obtener más conocimientos sobre su oficio y le apasiona utilizar eficazmente esas enseñanzas a lo largo de una carrera exitosa.Una carrera que, según un destino que cree desde pequeño, debe ser la actuación.