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Cuando nos viene a la mente el futuro, nos imaginamos a los jóvenes más dotados posicionándose con poder para generar un cambio progresivo que cambia el paradigma de nuestro mundo. El empresario, embajador, filántropo y director de cine de 20 años, Croyce Allen, es el prototipo de nuestros futuros líderes. El joven empresario ha logrado algo de lo que solo los veteranos de la industria pueden considerar logrados. Exhibiendo una pasión inquebrantable por retribuir a su comunidad con sede en Los Ángeles, con solo doce años, Allen fundó una organización sin fines de lucro llamada Ambassador Children of Absolutes que brinda a sus compañeros jóvenes un santuario e incubación para nutrir un futuro con un propósito. Las experiencias de Allen están ungidas más allá de la expresión, sin embargo, su humildad lo precede. Después de haber trabajado en el set con compañeros de Hollywood como Issac Ryan Brown, Raven Symone, Skai Jackson, Marcus Scribner, Lexi Underwood y haber sido asesorado por las veteranas Wendy Raquel Robinson e Yvette Nicole Brown, su exposición a la excelencia pone un listón tan alto que sus talentos son inevitables. A pesar de una discapacidad de aprendizaje, Allen continúa preservando y liderando con el ejemplo siendo reconocido académicamente y en Hollywood como un profesional emergente detrás de escena y director.