John Fannell

Siempre he creído que es el viaje, no el destino. A menos que, por supuesto, el autoestopista que recogiste piensa que es el ave del estado y dice: "¡Coo! ¡Caw! ¡Coo! ¡Caw!" cada vez que alcance la perilla de radio. En ese caso, es realmente el destino lo que importa. Después de graduarme en la universidad con un título en periodismo, pasé una gran parte de mi vida con una compañía de seguros gigante. Investigué cientos de reclamos de lesiones corporales como ajustador de campo: accidentes con armas, resbalones y caídas, explosiones, accidentes con trampolines y mordeduras de perros. Una vez que un hombre se cayó de un trampolín, lo que asustó al perro, que lo mordió, lo que provocó que se resbalara y cayera por segunda vez ... por suerte, no había armas involucradas en este. Finalmente, los ajustadores abandonaron el campo y se sentaron en una granja de cubos alfombrados en un edificio del tamaño de Mount Sneffels. ¿Por qué cubos alfombrados preguntas? Así que no te lastimes golpeando tu cabeza contra la pared. Durante todos esos años, he equilibrado la formación de una familia con mi vida de pie, mi vida de orador y mi trabajo diario. Finalmente dejé la tierra del seguro. Felizmente, mis hijos sobrevivieron a mis constantes advertencias de inminente perdición. Mientras reemplazaba las tejas rotas años más tarde, aprendí esto. Tan pronto como salía de la ciudad, tiraban del trampolín hasta el borde de la casa y se lanzaban alegremente del techo. Hablando metafóricamente, había estado tratando de hacer esto durante años. Hago comedia de pie. Yo escribo canciones Yo actuo.