El agente retirado Johnny English, ahora profesor de geografía, les enseña a sus estudiantes lecciones sobre espías como camuflaje, movimientos tácticos, desarmar bombas y frases refinadas, aunque cuando llegan las vacaciones el MI7 lo llama para resolver una misión con otros agentes jubilados. Hubo un ciberataque cibernético contra MI7 y hay que tomar cartas en el asunto. English para cumplir necesita de la ayuda de Jeremy Bough, quien lo acompañó en la primer película. Hay dos escenas tan graciosas que me hicieron reír mucho. Una es cuando Johnny baila en una discoteca y se quedó dormido, o en la escena de realidad virtual que consigue unas gafas especiales. En una de las primeras escenas Johnny conduce un auto y ve que en su camino hay una carera de ciclistas. Él se fastidia porque obstruyen al Servicio Secreto de la Reina, y entonces lanza un misil del capot para persuadir a los ciclistas.

Rowan no escribe el guión per se, pero todas las secuencias cómicas parten de él, afirmó el productor Chris Clark. English prefiere el mundo analógico al digital. Jason Volta es un empresario millonario, presidente de una empresa tecnológica quien se reúne con la Primer Ministra (Emma Thompson) para convencerla de confiar a la empresa la seguridad digital británica. Ella presiona a sus colegas europeos para hacer lo mismo, pero no se da cuenta de que Jason es el culpable detrás del ciberataque y la exigencia de rescate.

Una de las curiosidades es que se montó un restaurante durante dos días de rodaje en un plató. También cuando le enseña a los chicos los manda a una tirolesa por la ventana del aula. Una lapicera explosiva poseía un detonador en la punta, y Johnny de torpe lo expulsa y termina en una taza de café. Al darse cuenta de que su taza lo tenía, decide arrojarlo al cuarto de agentes y terminaron muertos. El director William Davies pensó como artefacto una serie de gominolas típicas de los setenta. Hicieron una lista con gominolas de limón, naranja y anis.
De lo moderno, Jason se quedó con un teléfono holográfico y una pistola transparente. Johnny English, en cambio, tuvo pastillas para dormirse y no dormirse, chuches con transmisores, botas magnéticas y una caja de zapatos que se convierte en bote. Incluso utiliza un exoesqueleto para trepar un castillo escocés.

Johnny se pone las gafas y no se da cuenta que salió de la sala de realidad virtual. Gatea en medio de la calle, entra a una librería y le parte un libro en la cabeza a un lector creyendo que es un malhechor. Al estar tan confundido, confundió una ametralladora con un paraguas y creía que le disparaba a alguien. Luego confundió a un tipo manejando uan computadora con una señora en silla de ruedas y la patea hasta la calle. Confundió un pan que tenía la señora con un arma. Después golpea a un panadero con dos piezas de pan. Finalmente entra a un bus turístico y golpea al guía y lo tira del primer piso. Otra escena graciosa es cuando esposado entra a un auto al azar y tiene que apretar el acelerador. Está película para muchos no es graciosa, pero sin duda es una de las que te hacen pasar un buen rato.
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