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Atrapame si puedes (Dos pequeños ratones se cayeron en un balde de crema)

De alguna manera hay películas que nos prometen mundos distintos, nos dan la ilusión de que algo diferente es posible, sobre todo si está basada en hechos reales. Le película de la que hablaremos hoy toca mi infancia y juventud de una manera especial. Recuerdo verla incansables veces a lo largo de los años en los “sensacionales estrenos” de Telefe los fines de semana. El protagonista “Frank Abagnale” por medio de su intelecto y su desfachatez lograba librarse de los controles portuarios, legales y de cualquier índole en pos de lograr su cometido: fugar hacia adelante. Es una película sobre elegir la vida que uno quiere, sin medir las consecuencias ni los riesgos, una historia donde sólo queremos ser el protagonista y vivir semejantes aventuras (y desdichas), donde se nos enseña un mundo con reglas sorteables y por demás romantizado (como lo es esa década en Estados Unidos). Recuerdo verla y pensar que casi todas esas ingeniosas ideas para esquivar los controles, no podrían ser practicadas hoy con el advenimiento progresivo y imparable de la tecnología en nuestra vida diaria. Para mí, esta es una película de las vidas posibles, de hacer posible aquello que uno quiere, así sea por un rato, por unos cortos años. Basada en hechos reales.

Atrapame si puedes (2002) dirigida por Steven Spielberg, mezcla el drama, la comedia y el thriller en una narrativa vibrante y cautivadora. Protagonizada por Leonardo DiCaprio en el papel del joven estafador Frank Abagnale Jr. y Tom Hanks como Carl Hanratty, el incansable agente del FBI que lo persigue, la cinta ofrece una reflexión ingeniosa sobre la identidad, la paternidad y el anhelo de pertenencia. Con un guion ágil, interpretaciones memorables y una dirección precisa, esta obra demuestra la capacidad de Spielberg para abordar historias complejas con un equilibrio de profundidad emocional y entretenimiento.

Sigue la historia de Frank Abagnale Jr., un adolescente que, tras el divorcio de sus padres y una serie de problemas económicos familiares, comienza una carrera de estafas que lo llevará a suplantar diversas identidades: piloto de avión, médico, abogado e incluso profesor. Con una notable habilidad para el engaño y la falsificación, Frank logra estafar millones de dólares en cheques falsos antes de cumplir los 21 años. Mientras tanto, Carl Hanratty, un agente del FBI especializado en fraudes, emprende una caza implacable para capturarlo.

Ambientada en los años 60, Atrápame si puedes recrea con elegancia la estética y el espíritu de la época, transportando al espectador a un mundo donde el glamour, la música y la moda sirven como telón de fondo para la extraordinaria historia de Frank. Más allá de su narrativa principal, la película también explora temas universales como la fragilidad de las relaciones familiares y la necesidad de aceptación. La necesidad de “Ser alguien” en un país que premia sólo a aquellos que han logrado salirse de la mediocridad.

Spielberg logra un equilibrio magistral entre el tono ligero de la comedia y la intensidad del drama. Aunque el relato podría haber caído en la trampa de glorificar los delitos de Frank, Spielberg mantiene un enfoque humano y empático hacia su protagonista, subrayando su vulnerabilidad y la desesperación que motiva sus acciones. La dirección utiliza un ritmo ágil para mantener al espectador cautivado, mientras se toman pausas estratégicas para desarrollar los momentos más introspectivos y emocionales. Constantemente tenemos presente que Frank es “sólo un niño” y que esto se ha ido progreisvamente de las manos.

Leonardo DiCaprio ofrece una actuación extraordinaria como Frank Abagnale Jr., capturando tanto el carisma necesario para las estafas como la profunda soledad que define al personaje. En su interpretación, DiCaprio logra transmitir la dualidad de Frank: por un lado, su ingenio y confianza como estafador, y por otro, su dolor y confusión como un joven que busca desesperadamente llenar el vacío dejado por su familia fragmentada.

La versatilidad de DiCaprio brilla particularmente en las escenas donde Frank adopta diferentes identidades, mostrando una habilidad camaleónica que hace creíble su capacidad para engañar a las personas más experimentadas. Además, su química con Tom Hanks es esencial para el éxito de la película, creando un dúo dinámico que se mueve entre la rivalidad y una extraña conexión paternal.

Por su parte, Tom Hanks interpreta a Carl Hanratty con una mezcla de persistencia y humanidad que contrasta perfectamente con la energía juvenil de DiCaprio. Aunque Carl es un hombre metódico y obsesionado con atrapar a Frank, Hanks aporta una calidez al personaje que evita que se convierta en un antagonista unidimensional. La relación entre Carl y Frank es el corazón emocional de la película, transformándose en una conexión casi paternal que resalta la necesidad de Frank de encontrar una figura de guía y apoyo en su vida.

La interacción más reveladora entre ambos ocurre en las conversaciones telefónicas, donde Carl actúa como una suerte de confesor para Frank, y se establecen las bases de una conexión emocional más profunda. Estas escenas no solo añaden tensión a la narrativa, sino que también profundizan en el carácter de ambos protagonistas, mostrando cómo cada uno, a su manera, está buscando propósito y conexión.

Uno de los temas centrales de Atrápame si puedes es la identidad. Frank es un joven que se reinventa constantemente, adoptando diferentes roles para escapar de su realidad. Sin embargo, su habilidad para engañar a los demás también lo aísla emocionalmente, dejándolo atrapado en una búsqueda interminable de validación y estabilidad. A través de este arco, la película plantea preguntas sobre qué define realmente quiénes somos: ¿nuestros logros, nuestras mentiras o nuestras conexiones con los demás? Suele ser en esos momentos de duda cuando Frank levanta el teléfono y se comunica con Carl.

La redención es otro tema importante. Aunque Frank comete numerosos crímenes, la película muestra su evolución hacia un camino de reconciliación consigo mismo y con la sociedad. Al final, Frank no solo encuentra un propósito trabajando con el FBI, sino que también establece una relación más auténtica con Carl, quien se convierte en una figura clave en su transformación.

Entre los aspectos más interesantes de la producción de Atrápame si puedes está la participación de Frank Abagnale Jr., el verdadero estafador en quien se basa la historia. Abagnale trabajó como consultor durante el rodaje, lo que ayudó a Spielberg y al guionista Jeff Nathanson a crear una representación más precisa de sus técnicas y personalidad.

Otro detalle notable es la forma en que Spielberg dirigió las escenas de tensión entre Carl y Frank. Las conversaciones telefónicas, que son fundamentales para la conexión emocional entre los personajes, se rodaron con ambos actores presentes físicamente, a pesar de que sus personajes estaban separados en la historia. Este enfoque permitió una mayor autenticidad en sus interacciones.

Más allá de ser una historia de estafas y persecuciones, Atrápame si puedes es un relato profundamente humano sobre la búsqueda de pertenencia, el impacto de las relaciones familiares y el deseo de superar las heridas del pasado. Es, sin duda, una de las películas más memorables de la filmografía de Spielberg y un testimonio del talento de su elenco. Redención, búsqueda de la propia identidad y espejitos de colores. Una película con olor a navidad o a año nuevo, un pedazo de infancia soslayado en una historia única y real.

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