Mucha gente ha dicho que morir es fácil, sobrevivir es lo complicado, y Christopher Reeve es la muestra de esto. Después de interpretar a Superman en la primera gran cinta de superhéroes, de encarnar al primer superhéroe capaz de todo, el verlo confinado a una silla de ruedas es algo que te toca tus fibras más sensibles. Sin embargo, esto no significa que no haya un espacio para que siga siendo valioso, y eso es lo verdaderamente heróico.
Este documental, algo raro pero fresco de ver en la pantalla de cine, trata sobre la vida, contada de forma anacrónica, de Christopher Reeve. Cómo fue que este actor desconocido del mundo del teatro se convirtió en una superestrella del cine al interpretar en la primera gran producción al ícono de los superhéroes, cómo fueros sus relaciones familiares, cómo sobrellevó el accidente que lo dejó paralizado y se volvió un activisa, a la vez que encontró una manera de continuar su carrera como actor y se inició en la dirección todo desde su silla de ruedas. Es prácticamente el Stephen Hawkings de Hollywood.
Es un documental muy competente, con buen material de archivo, unos gráficos generados por computadora de una estatua de Reeve como Superman en el espacio, y una buena colección de entrevistados que reflejan tanto el lado laboral como familiar de Reeve. Es funcional en ese aspecto y tiene momentos bastante emocionales, además de que de paso también aparece Robin Williams como un personaje relevante, haciendo esta cinta doblemente conmovedora para un fanático del cine. Aún así, se siente que el filme no llega a su máximo potencial.
En momentos, la conexión de Reeve con superman se diluye y hasta se pierde, sobre todo en la segunda mitad, mientras que en la primera esto se explota tanto y se reitera tanto que se vuelve hasta tedioso ver por vigesima vez el mismo render; aunque, cuando a este le salen cristales de kriptonita al explorar el accidente es ridículamente creativo y efectivo. Además, la parte más emocional para Christopher Reeve, que supongo es el protagonista ocrre al punto medio de la cinta, y el clímax es sobre cómo sus hijos han cargado el legado de sus progenitores. Sin embargo, esto está lejos de la emocionalidad de lo visto anteriormente y es hasta ilógico que la cinta cambie de protagonistas solo para sus últimos diez minutos.
Wow, me sorprende que ya abarqué todo lo que tenía que decir de esta cinta. Es emocional, aunque pierde su dirección, reiterativa, más no aburrida, y competente, pero muy poco propositiva. Quizás si creciste viendo Superman The Movie esto sea más llamativo, pero la misma carencia de enfoque es la kriptonita de esta propuesta.
Ja, nunca pensé que alguna vez no llegaría a cumplir con el mínimo de palabras… Debido a esto, estoy escribiendo de último momento este último párrafo, pero podemos sacar una reflexión de esto. No porque algo sea más largo significa que es mejor, solo es reiterativo, como el caso de este documental. ←Uf, hasta aquí 500 palabras exactas.
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