Mi abuela paterna siempre nos advirtió a mis primas y a mí que cuidemos al “Novio” para que no se vaya con otra loca y cuando ella decía “loca”, se refería a la profesión más antigua de la historia de la humanidad. La mujeres crecimos con la idea que tarde o temprano nos iban a dejar por una más joven y si no, preguntémosle a las ex de Dicaprio.
Crecí en los 90s, en una época donde culturalmente cuando pasamos los treinta se nos deja de pensar como personas que podemos desear o ser deseadas. Somos madres asexuales o unas solteronas frígidas como la Bruja del 71. Hollywood construyó la idea de una mujer que frente a esa falta de cumplimiento del mandato, sólo quedaba ser una despechada. Si vamos a la definición de la palabra, “despecho” significa aborrecimiento, resentimiento por un ánimo de decepción o desengaño al sentirse rechazada. Hasta podría leerse como una privación del pecho, un destete. Entonces me puse a pensar en las Despechadas con las que me crié en la tele y las películas, desde Soraya hasta las madrastras de Disney.
Vamos a enfocarnos en la idea del Despecho que claramente va de la mano del Amor Romántico. Cuando toda tu vida te educan para que esperes al príncipe azul, al padre de tus hijos; cuando crecés con la idea que lo mejor que te puede pasar es ser una excelente esposa y tener una familia perfecta; cuando viviste años y años escuchando que para realizarte como mujer tenés que ser madre, te esforzaste, lo diste todo, resignaste sueños personales, le dedicaste los mejores años de tu vida a un tipo que de repente te deja por un bombón de 20 años. Obviamente, toda la estructura que construiste se te va a ir al carajo y va a nacer un monstruo horrible dentro tuyo.
Uno de los estereotipos más famosos con respecto a este tema es el de la “Loca Despechada” y el mejor ejemplo para describirla es “Atracción Fatal” de 1987. Tenemos a una pareja perfecta con una dulce hijita. Un fin de semana el marido se queda solo y tiene un affaire con una compañera de trabajo, la cual parecería ser una mina independiente que no quiere compromisos. Hasta ahí parecería estar todo charlado (todo tranqui) hasta que ella la grosa Glenn Close se obsesiona con él y lo empieza a perseguir como una desquiciada. Por una lado presentan a una mina que al principio parecería ser independiente y segura de sí misma pero inmediatamente que está con él, le declara su amor y se le vuelan todos los patos. Hasta en un momento quiere retener al tipo con un posible embarazo al igual que Clara en “Verano del 98". Esta película tiene una de las escenas más icónicas del cine, cuando le hierve el conejito a la hija de su amado.
Hay que aclarar, que es un thriller donde el suspenso se mantiene constante de una manera espectacular. “Atracción fatal” es un gran clásico del cine pero también hay que decir que tiene un mensaje bastante moralista: “si engañas a la "jabru" es probable que termines muerto”. Nada es lo que parece, en el fondo, todas las minas liberales son unas locas (dijera mi abuela).
Si bien esta peli, lleva el caso de la Loca Despechada al extremo y que claramente busca sostener ese miedo y suspenso; este estereotipo está instalado en la sociedad.
Otro ejemplo, lo podemos ver en “Vanilla Sky" donde Cameron Díaz interpreta una de las mejores escenas de su vida, cuando en un ataque de nervios, empieza a acelerar el auto hasta tirarse por un puente.
Este estereotipo está en nuestro imaginario y una versión más contemporánea y en clave de comedia podría ser la que interpreta Lali en “Permitidos" donde tiene un brote después de enterarse que su novio estuvo con una actriz famosa, su permitido.
En esta peli, hay una escena que podría ser un clásico de las discusiones de pareja por una infidelidad: “¿te la cogiste?”. Porque uno de los rasgos del despecho parecería ser el Morbo. Lo que me recuerda a otra producción, mucho más dosmilera que es “Closer".
“LARRY
¿Te tocaste mientras él te tiraba?
ANNA
Sí.
LARRY
¿Gemías para él?
ANNA
A veces.
LARRY
¿Y él también?
ANNA
¡Hicimos lo que hace toda la gente que tiene sexo!
LARRY
¿Te gusta chupársela?
ANNA
¡SI!
LARRY
¿Te gusta su pene?
ANNA
¡LO ADORO!
LARRY
¿Te gusta que acabe en tu cara?
ANNA
¡SI!
LARRY
¿A qué sabe?
ANNA
¡Igual a ti, sólo que más dulce!”
(Anna y Larry en “Closer”).
Lo que tiene esta película es que es mucho más equitativa en relación a los celos enfermizos y obsesiones. Le quita esa carga solamente a las mujeres para repartir hacia todos lados, entendiendo que el despecho no tiene género.
Allá por 1999, Stanley Kubrick dirigía “Ojos bien cerrados", su última película y el tema también está presente. Tom Cruise y Nicole Kidman son una joven pareja y tienen una discusión sobre amantes hipotéticos. Es una pareja que deja en evidencia todos los rollos imaginarios que podemos llegar a hacernos. No nos alcanza con la realidad como para llenarnos la cabeza de fantasmas. En esta peli también aparece en discusión la idea tradicional que “solo el hombre no puede manejar las calenturas”.
Y hablando de infidelidad, el mismo director de “Atracción Fatal”, Adrian Lyne, dirige “Infidelidad” donde en este caso, la mujer es quien es infiel, le va meter los cuernos a Richard Gere con un joven bohemio francés. Y acá podríamos hacer un paralelismo con “Atracción Fatal” que quizás nos ayuda a entender, quizás sin querer, algunos estereotipos.
En ambas pelis vamos a empatizar con el marido de la relación porque son los que más sufren la situación sean engañados o amantes. En “Atracción Fatal” el tipo va a sufrir el hostigamiento por parte de su amante y en “Infidelidad”, Richard Gere va a padecer el dolor de ser engañado, a tal punto que asesina al amante de su pareja pero el director nos va a llevar a empatizar con este personaje porque “pobrecito, no puede más del sufrimiento”.
Las esposas pasan a un segundo plano en ambas películas y siempre perdonan. Perdonan una infidelidad pero también que asesinen al amante porque hay que sostener la familia a toda costa.
Mientras que en la peli “Infidelidad", la mujer que engaña se enrosca y siente culpa, en “Atracción Fatal”, el tipo que cornea, no parece tener ningún tipo de cargo de conciencia ya que en esta peli sí está instalada la idea que el hombre es infiel por naturaleza.
Por eso mismo suele impactar mucho más en el imaginario colectivo la idea del hombre engañado porque pone en riesgo su fortaleza y masculinidad.
Volviendo a la comparación, más allá que en las dos pelis, medio que el protagonista termina siendo “El Chabón”, hay que decir que la verdadera Reina de la Actuación y los laureles se los lleva Glenn Close por encarnar un verdadero monstruo y pasará a la historia por su histrionismo. Este personaje ochentoso enloquece porque no puede retener a su amor y construir la verdadera familia con el perro como Dios manda. Sin embargo, hoy en 2024; ¿continúa ese mandato?
Yo creo que hace años esa idea se está desarmando bastante y que muchas tenemos los privilegios para poder fantasear con otras cosas poner nuestra energía en otros planes y también reconozco que las exigencias en otros aspectos son mayores. Sin embargo, lamentablemente, la posibilidad de decidir sigue siendo un privilegio.
Aún en 2024, no todas las personas tenemos el derecho a poder elegir una carrera profesional, tener Hobbies o viajar y aún lamentablemente, no todas las mujeres tenemos el derecho a decidir si queremos o no ser madres.
Hace poco escribí un artículo sobre “Envidiosa” de este año donde justamente se ponen en juego aún esos mandatos.
En “El Club de las Divorciadas", una gran peli protagonizada por Dianne Keaton, Bette Midler y Goldie Hawn, vamos a ver a tres amigas que se unen tras la trágica noticia del suicidio de una amiga cercana, la cual se había quitado la vida por haber sido dejada por su marido por otra mujer más joven.
Da la casualidad, que ellas tres también fueron abandonadas por sus parejas por el mismo motivo y se unen para buscar venganza. En el camino, unidas por el resentimiento se dan cuenta que son mucho más que unas despechadas y quieren recuperar lo que las mantenía unidas. Lo que antes era despecho, ahora es un reclamo de derechos.
Obviamente pueden existir personas despechadas, vengativas y malas pero hoy en día entendemos que eso no tiene nada que ver con el género.
En lo personal, tengo la certeza que lo que antes era una loca despechada que andaba por la vida sola como loca mala ahora tiene aguante. Hoy en día tenemos red y ese despecho tiene contexto y marco teórico. Bancamos a la que defiende la cuota alimentaria de los hijos, la que tiene rabia porque le metió los cuernos el marido porque estamos tratando de luchar con una historia machista que nos quiso aislar, que nos hizo creer que éramos competencia.
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