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'El Aprendiz': ¿La más polémica del año o una gran jugada de marketing?

"¿De dónde había salido ese millonario agente inmobiliario que pronunciaba cinco palabras en la Mi Pobre Angelito 2?", me pregunté con el tiempo tras haber visto la película siendo tan solo un niño. Nunca me interesó mucho la vida de este polémico agente de bienes raíces reconvertido en político, pero aun así el interesante Ali Abbasi se las rebuscó para darle vida - en el mismo año donde hay elecciones - a uno de los retratos cinematográficos más potentes que atentan contra la idea del perfeccionismo en Estados Unidos, y que intenta desmitificar la agradable imagen que se vende del famoso creador del MAGA (Make America Great Again).

También es curioso que, tan solo en este 2024, tuvimos tres títulos dirigidos por tres realizadores NO estadounidenses que abordan desde distintos ángulos varios de los horrores que se esconden (y algunos que también son bastante visibles) en el suelo yankee. Primero fue el británico Alex Garland con su cruda versión postmoderna de Apocalypsis Now titulada ‘Civil War’, unos meses después la francesa Carolie Fargeat expuso la extrema toxicidad de la inseguridad femenina desde el horror corporal de La Sustancia, y ahora el iraní Ali Abbasi sale al campo de la polémica con su oscuro biopic del político que muchos tildaban como un pequeño suceso, pero que demostró ser una feroz fuerza en estos tiempos (ya sea para bien, o para mal).

¿Cómo se le da forma a una figura tan reconocida, polémica y poderosa como lo es Donald Trump? ‘El Aprendiz’, cuarto título en la más que interesante filmografía de Abbasi - y su ¿gloriosa? entrada al universo hollywoodense - destaca gracias a varios aspectos que en su conjunto conforman una obra precisamente calculada y que en ningún momento se desvía de aquello que inicialmente pretende reflejar. Desde los primeros segundos nos pone magistralmente en contexto al mejor estilo Taxi Driver’ con una intro en donde las luces de neón iluminan a los vagabundos y toda clase de personajes callejeros de Nueva York devorándose unos a otros y es ahí, en medio de todo el caos, que aparece un joven de traje con una cabellera digna de una peluca hollywoodense, que camina sin mucho apuro pero que se muestra determinado desde su postura y ambicioso con su mirada. ¿Su destino? Le Club, un sitio de congregación para los más ricos y famosos de la ciudad. Trump, que pretendía desprenderse desde hace un tiempo de la dependencia paterna para hacerse un lugar entre los más importantes del mercado inmobiliario/político, inmediatamente es seducido por los ojos penetrantes de una persona que lo observa con cierto entusiasmo e interés.

La figura, el poder adquirido y la reputación que se sienten en los ojos de Trump tras los créditos finales es moldeada gracias a la temprana presentación del segundo personaje más importante en la película: el abogado y solucionador de problemas políticos Roy Cohn. Interpretado por el infravalorado Jeremy Strong (Succession, The Big Short), Cohn se muestra como una persona claramente desequilibrada por los negocios turbios en los que se involucra diariamente desde su “oficina” repleta de jóvenes aspirantes, pero también revela cierta calidez y gentileza. Él es quien ve en Trump la chance de concebir frescura en el mercado inmobiliario y una cara visible a la esperanza de un futuro mejor. Al parecer todo lo que reluce es oro hablando en términos audiovisuales, pero mi intención principal no es alabar la obra por sus innegables aspectos positivos ya que como pieza cinematográfica es sencillamente espectacular, sino más bien tratar de desmenuzar cuál es la intención de estrenar este título en particular justo en este punto de la historia norteamericana.

¿Cuánto hay de verdadero y falso en la biopic de Donald Trump? A ciencia cierta no se podría determinar ya que la naturaleza de la verdad en el panorama político por lo general es difusa y tiende casi siempre a verterse en los extremos: o todos son parte de la peor clase de ser humano o son lo mejor. Si vamos a los hechos, según la visión de Abbasi (y su propia reinterpretación del material adquirido que le sirvió para darle vida a la película) desde sus comienzos Donald Trump fue un misógino, mentiroso compulsivo, ventajero, manipulador, codicioso y narcisista ser que sólo quería resaltar como figura de renombre entre los jóvenes más poderosos del país. Entonces ¿por qué hay tanta gente que lo sigue y que apoya su candidatura como presidente hoy en día? ¿qué dice esto sobre la cultura y los valores estadounidenses?

En lo que a mí respecta, absolutamente nada. No conozco a Donald Trump, no sé quién fue. No sé quién es más allá de lo que puedo percibir en la tele y las redes sociales (algo de lo que desconfío plenamente), y su pasado me era desconocido hasta el visionado de esta obra. ¿Debo someterme a la verdad de Abbasi o sacar mis propias conclusiones investigando por aquí y por allá? En dos semanas Estados Unidos define a su próximo presidente y la cinta de Ali Abbasi no hace más que seguir desperdigando la eterna grieta que existe entre la izquierda y la derecha a nivel mundial. ¿Existirá el consenso algún día? ¿Estamos condenados a vivir de esta manera por el resto de nuestra existencia como especie?

Para aquellas personas que no ven el cine apuntando únicamente con el ojo político - como lo hago yo - van a encontrar un título redondo y exquisitamente orquestado. Más allá de todas las grandes actuaciones, Sebastian Stan es quien se roba el espectáculo encarnando al mismísimo diablo en persona, un ser detestable que no tiene miedo en dejar morir a aquellos que lo ayudaron desde sus inicios y que, en mi opinión, para nada se siente como un Oscar-bait (a pesar de que sí lo parezca).

Una película que, con su enorme sentido del humor más ácido, una estética que se adapta impecablemente a las distintas épocas que se recrean y la dirección de Abbasi se conjugan para darle vida a una de esas experiencias inusuales, anacrónicas en el mejor sentido de la palabra y que reviven de cierta manera el espíritu del cine menos comercial y más directo, ese que quiere meterse en la piel del espectador. Todavía no tengo certezas sobre quién es Trump, pero gracias a ‘El Aprendiz’ hoy puedo decir que quiero saber más al respecto.

POR JERÓNIMO CASCO

Publicado el 22 de OCTUBRE del 2024, 16.10 PM | UTC-GMT -3

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¿DONDE LA PODÉS VER? Se estrena en cines el próximo 24/10 en cines argentinos


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