Las cinco mejores películas de terror que probablemente NO CONOCÍAS

El género más popular de todos se encuentra en su momento más popular del año. El mes de Halloween nos ha demostrado que en casi todos los rincones del planeta la cinefilia siente un cariño inmenso por el arte de traumar y despertar la paralizante sensación de que la historia que se nos está contando frente a nuestros ojos refleja nuestros miedos más primarios. El cine de terror es, probablemente, el que más ha evolucionado a lo largo de la historia. Se ha ido reconvirtiendo, mutando y readaptando en tantas formas durante tanto tiempo que casi siempre podemos encontrar algo nuevo y refrescante dentro de la mediocridad más "palomitera" que tiene para ofrecer Hollywood con sus películas vacías sobre monjas, exorcismos y un sinfín de refrito que a esta altura dan más risa que miedo.

En lo personal pertenezco al grupo de amantes de este género que siempre tratan de redescubrirse en la búsqueda. Últimamente encuentro miedos inexplicables exclusivamente dentro lo más "mínimo" en términos de trama, y es por eso que decidí conformar este listado de cinco películas (y un bonus extra al final) que quizás no conocían, pero que seguramente no van a dejar a nadie indiferente. La gran mayoría las van a poder encontrar en YouTube y otros sitios… ya saben.

1. BUG (William Friedkin, 2006)

William Friedkin siempre fue un director relacionado con el terror de una u otra manera. Quitando el ejemplo más obvio de ‘El Exorcista’, sus películas tienden a sofocarnos mentalmente y adentrarnos en las mentes trastornadas de sus protagonistas empujándonos a límites insoportables. Una de sus obras más pequeñas, pero también más efectivas es una de sus últimas películas, un body-horror minimalista en donde Peter, un solitario y traumado veterano de guerra (interpretado a la perfección por Michael Shannon) coincide geográfica y emocionalmente con Agnes (también perfecta Ashley Judd), una mujer maltratada por su ex y por la vida en general.

Filmada íntegramente en dos locaciones (un bar y un motel de paso), ‘Bug’ se coló en mi inconsciente como una de esas experiencias inolvidables en donde ese “menos es más” la pueden describir perfectamente. Traumas mezclados con romance, horror inexplicable mezclado con angustia y temas como la salud mental, la naturaleza humana y los demonios del pasado que también salen a flote. En esta historia ambos protagonistas son presentados por una amiga en común en un bar de mala muerte, y terminan comenzando un pequeño amorío dentro de la habitación en la que vive Agnes ubicado en un pequeño motel en el medio del desierto. Lo que empieza como una invitación a sanarse mutuamente termina convirtiéndose en una verdadera pesadilla producto de las alucinaciones de Peter, que ve insectos por todos lados. El final, como el de todas las obras que voy a mencionar luego de esta, es uno de los mejores que haya visto.

2. LAKE MUNGO (Joel Anderson, 2008)

Hace dieciséis años un novato director australiano se arriesgaba en el mundo del cine con una jugada propia de aquellos que prefieren no tomar el camino fácil de ir por lo seguro. Así como aquel dúo de realizadores compuesto por Eduardo Sánchez y Daniel Myrick engañaron a todo el mundo con el estreno de El Proyecto Blair Witch a finales de siglo pasado, Joel Anderson presentaba una historia mucho más dolorosa y angustiante que aquella travesía de los tres amigos que se metían en las profundidades de un bosque en busca de la famosa “leyenda urbana”, pero que no por eso la hace menos aterradora.

Mi experiencia con Lake Mungo se reduce a la que tal vez muchas personas pudieron experimentar al decidir ver una película de la que no sabían absolutamente y que se guiaron por una simple recomendación de algún sitio de internet en donde no se revelaba mucha información. Así de rebuscada suena la introducción, pero déjenme decirles que es mucho más sencilla de lo que parece. En este documental se narra la trágica historia de vida de la familia Palmer (cualquier similitud con la famosa Laura Palmer de Twin Peaks es pura coincidencia) que, tras ser testigos de la aparición de de su hija Alice fallecida en el Lago Mungo, comienzan a ver una fantasmal figura en varios rincones de la casa. Mi única recomendación es la siguiente: para ver esta película uno debe sacarse el chip sobre lo que piensa que es el terror y entregarse a la obra. De esa manera me sucumbí ante el verdadero terror de pensar que alguien detrás mío en mi casa me estaba observando.

PELÍCULA COMPLETA SUBTITULADA:

3. SPOORLOOS (Georges Sluizer, 1988)

Catalogada por el legendario Stanley Kubrick como “la película más aterradora que pudo experimentar”, fue gracias a esta sentencia por la que me sentí cautivado en su momento. Creo que no debo recalcar que, como fanático acérrimo de su cine, al oír sus palabras en una entrevista en donde hablaba de esta desconocida obra por la gran mayoría me sentí profundamente intrigado por sus dichos. En aquel momento me dedicaba a coleccionar DvD's en un mueble específicamente diseñado que yo mismo construí, así que procedí a pedírsela a mi dealer, y así como la tuve en mis manos corrí hasta mi casa para darle play. Stanley estaba en lo cierto: nunca me había sentido tan angustiado, paralizado y aterrado por una obra como lo fue con Spoorloos.

La historia sigue a Saskia y Rex, una joven pareja que se encuentra de vacaciones en Francia viviendo los momentos más felices de sus vidas. En cierto momento paran en una estación de servicio y Saskia baja del auto para comprar algo para tomar en el shop. Los minutos pasan y como no vuelve, Rex va a buscarla. La desesperación de no saber qué es lo que le sucedió es inmediatamente transmitida. ¿Qué le pasó a la mujer? Como si fuéramos testigos de un morboso experimento social se nos transporta a la tranquila vida de Raymond, un hombre que con su aparente tranquilidad enmascara rasgos sociópatas y psicópatas al drogar a varias mujeres para secuestrarlas. ¿El propósito según él? Quiere ver cuál es el nivel de culpabilidad que tiene al hacer esto.

Pero el giro, o más bien la apuesta de esta cinta holandesa es que, a diferencia de lo que muchas podrían haber hecho normalmente, decide poner al villano en un rol más “humano”. Raymond, tras ver que Rex pasó varios años buscando a Saskia, decide aparecérsele de la nada y decirle “soy yo a quien estás buscando, no me puedes matar porque si lo haces jamás vas a saber qué es lo que le pasó a tu novia". La moral de Rex -y la nuestra- es puesta a prueba, culminando en un clímax del que probablemente nunca te puedas recuperar.

4. GOODNIGHT, MOMMY (Veronika Franz y Severin Fiala, 2014)

Nunca fui muy adepto del cine alemán, lo aclaro de entrada. Excluyendo el cine de Michael Haneke y algunas películas aisladas por aquí y por allá, me encontré hace un tiempo gracias al misterioso destino de la casualidad con una de esas películas que se te meten en la piel fácilmente y no te permiten que te las saques de encima. No es que quiera glorificarla (de hecho, le encontré y le sigo encontrando varias fallas), pero en su propósito de provocar miedo genuino resulta ser única en su especie. Como sucedió recientemente con la danesa Speak No Evil, cinta de culto transformada en un remake yankee protagonizada por James McAvoy, Goodnight Mommy tuvo su versión norteamericana que fue, una vez más, un desperdicio de dinero, talento e ideas al que Hollywood parece no ceder terreno. Y es que resulta inconcebible creer que una obra plagada de tanto folklore y sentido de identidad cultural pueda ser reinterpretada correctamente por algún director estadounidense.

La historia sigue a dos hermanos gemelos de unos 13 años que viven en una enorme casa en el medio del campo, y que tras el arribo de su madre que tuvo una transformadora cirugía estética, creen que la persona detrás de aquellas vendas no es la misma que los crío. La película juega mucho con los planos y la estética en general para construir una atmósfera opresiva en donde la línea entre la realidad y la ficción se va desdibujando poco a poco, y a su vez la ambigüedad de los personajes nos hace creer una cosa para luego transformarla en otra completamente diferente. ¿Mi recomendación? Prestarles mucha atención a los minutos finales y al único plano abierto que hay en ellos. Quizás tengan más preguntas después de eso.

5. ¿QUIÉN PUEDE MATAR A UN NIÑO? (Narciso Ibáñez Serrador, 1976)

Los 70s fueron una de las décadas más fructíferas en cuanto a materia cinematográfica no solo para Hollywood sino también para el resto del planeta. Mientras en Argentina se estaba gestando una importante revolución que sirvió como respuesta a la nefasta dictadura que se gestó entre 1976/1983, el cine de acción y político también hacía lo mismo en Italia y parte de Europa, y particularmente en España sucedía todo lo contrario: el fin del régimen franquista les daba a los artistas cierta “libertad de expresión”, algo que les permitió darse el lujo de atreverse a proponer jugadas más arriesgadas de lo que venían haciendo, entre las que se encuentra la obra de culto del director Narciso Ibáñez Serrador con un título aún más arriesgado: ¿Quién puede matar a un niño?

La obra tiene varios de los elementos que caracterizaron al mejor cine de la época: rodajes caóticos, estéticas que rozaban con lo experimental y con la conjunción de una amplia gama de planos, colores y sonidos que pretendían darle un nuevo sentido a la experiencia cinematográfica (y casi siempre se lograba), y una preponderancia por la extrañeza de sus planteos. En esta sencilla pero escalofriante historia Tom y Evelyn son una pareja inglesa recién llegada a España que deciden visitar una pequeña isla llamada Almanzora, pero se encuentran con una inexplicable ausencia de adultos que se justifica posteriormente (y como gran condimento extra) por el hecho de que está poblado por unos extraños niños que poseen una insaciable sed de matar adultos.

DATO COLOR: La pueden ver en YouTube (la página no me permite poner el enlace directo acá ya que la película tiene restricción de edad por la polémica premisa)

BONUS TRACK:

COME AND SEE (Elem Klimov, 1985)

La última entrada en este listado puede resultar algo polémica ya que no se trata de una película de terror como tal, pero sin dudas las potentes e inolvidables imágenes que provee la última cinta en la filmografía del director ruso Elem Klimov puede que traumen a más de uno. En mi caso, me encontré hace algunos años con este retrato sin censura de los horrores que genera la guerra gracias a una simple investigación personal que estaba realizando sobre el cine de este país. Nada había preparado a mis ojos a presenciar lo que fue una de las experiencias más aterradoras que haya podido vivir.

La cinta bélica más escalofriante de todos los tiempos también funciona como un desgarrador coming-of-age en donde Flyora Gayshun, un joven harto de su vida junto a su familia se une a la resistencia soviética en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y comienza a experimentar una seguidilla de pesadillas una más que perturbadora que la otra que lo terminan transformando tanto física como mentalmente. La cinta posee algunos de los primeros planos (junto a Possession, otra obra de la que hablaré más adelante) más desesperanzadores que existan. Si, no tengo palabras con un tono positivo ya que todo lo que describe a ‘Come and See’ es propio de una verdadera película de terror. Y si, también quizá, luego de verla, puedas redefinir lo que significa la palabra.

PELÍCULA COMPLETA SUBTITULADA:

POR JERÓNIMO CASCO

Publicado el 2 de Octubre del 2024, 02.30 AM | UTC-GMT -3

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