'El Cuervo': Un gran concepto...una vez más malinterpretado

"No puede llover todo el tiempo."

Créanme cuando les expreso que, de las varias frases que se me pegaron siendo un preadolescente, una de las más desgarradoras e inspiradoras es la que pronuncia el fallecido Brandon Lee en la segunda película del director egipcio Alex Proyas, que había encontrado casi sin saberlo en una apasionante novela gráfica de finales de los 80s la historia definitiva de venganza de los 90s en el cine. ¿Qué es lo que nos pasa cuando nos morimos? La pregunta inquieta desde nuestra misma creación, y los temas que toca ‘El Cuervo’ responden en cierta parte este cuestionamiento existencialista con una de las historias más crudas que pueda haber.

Siempre tuve la certeza de que para acertarse a cierto proyecto como realizador hay que tener sumo cuidado en como uno aborda la historia (y eso que lo dice alguien que nunca tuvo la oportunidad de dirigir y que va puliendo sus propias historias con mucho detalle) y tratar de marcar la conexión entre la pasión por lo que se cuenta y lo que uno quiere expresar como artista. Con eso en mente me topé casi por inercia con la nueva adaptación de este clásico absoluto de la literatura moderna protagonizada por el sueco Bill Skarsgard y la cantante FKA Twigs como Eric y Shelly, una pareja que es asesinada una noche antes de Halloween. Poco de adaptación y mucho de inspiración es lo que tiene este ¿thriller? que bebe más de algunas películas pochocleras de principios de siglo que de la historia de Eric como aquel vengador inmortal en busca de cierta paz.

Desde los créditos iniciales se puede resumir en gran parte un tipo de cáncer que cada vez se propaga más rápido en la industria audiovisual. La falta de ideas/imaginación es algo que ahoga a la realización cinematográfica en la actualidad, y que se siente plasmada sobre todo en la mayoría de las secuelas-remakes-precuelas y cualquier otro derivado que sea producto de una propiedad intelectual ya existente. Este inicio resulta ser no más que una copia barata y reversionada en slow motion, prácticamente calcada diría, de los créditos iniciales del thriller de David Fincher ‘La Chica del Dragón Tatuado’, título con el que además de compartir cierta ¿inspiración? nos presenta personajes rotos y una historia de venganza.

Claro, luego de finalizar la película a la cual me sometí únicamente por una cuestión de mera curiosidad, me di cuenta de que todo estaba horrorosamente ejecutado. Las intenciones de esta “visión” del mediocre director Rupert Sanders, que mezcla con algo de toques góticos, muy buenos concept art -al mejor estilo “descargué algunas imágenes en Pinterest"- para aplicarlos en el mundo de los muertos, brutalidad extremadamente sanguinaria (que es lo único bueno que tiene) y una gran coreografía en las escenas de acción, son inicialmente decentes. Es decir, se nota que hay un trabajo detrás de cámaras, pero aun así en el conjunto del todo no terminan de convencer como algo sólido y efectivo.

Algunas viñetas de la novela gráfica de James O'Barr

Para entender el concepto macro de la película es necesario delimitar ciertas cuestiones, como lo más básico, que es de qué va este increíble y fantástico retrato de la vida y la muerte. La sobrenatural novela gráfica creada por James O'Barr en 1989 narra la historia de Eric Draven, un joven que es asesinado junto a su novia por unos maleantes callejeros días antes de la boda. El personaje vuelve al plano de los vivos un año después de aquel incidente resucitado en forma de El Cuervo, un despiadado ser inmortal que busca venganza acechando y matando uno por uno a los responsables de aquella tragedia.

En esta nueva re-imaginación Eric y su novia son dos outsiders con un pasado turbio que coinciden en un centro de rehabilitación para adictos a las drogas y que conectan rápidamente con algunas secuencias totalmente fuera de lugar. Lo mejor (o peor) es que cuando escapan de dicho lugar por decisión de Shelly, que está siendo perseguida por unos mafiosos turbios que no se sabe bien a que se dedican, prefieren vivir una vida de lujo en la casa de un amigo de Shelly, irse de picnic y salir de noche a distintos boliches con la excusa de que su amor es tan enorme que están cegados por la oscura realidad que les rodea. El guion, predecible como pocos, tampoco ayuda a los actores a poder dar todo de sí.

Algo así como si el director creyera que por el hecho de que tienen antecedentes dolorosos en sus vidas uno como espectador inmediatamente puede sentir empatía por ellos. Nada más alejado de la realidad (bueno, un poco de crédito le damos a Bill Skarsgard en su papel de Eric) podría haberme sentido por la historia, que quiere direccionarse hacia varios costados argumentativos/narrativos sin saber bien adonde quiere apuntar, pasando de un romance quizás demasiado acelerado/trillado a un thriller de venganza en cuestión de minutos. Si existía algo en el clásico de culto del 94' que si enganchaba era la verosimilitud de este amor y la construcción de una estética gótica desde el comienzo de la misma que establecía un tono y atmósfera acordes.

El famoso dicho “siempre que llovió, paró” nunca aplicó para esta historia, así como también para la enorme influencia que tuvo aquel título protagonizado por Brandon Lee, que definió un patrón estético para la mayoría de los thrillers de mediados de los 90s, y que hoy en día siguen bebiendo de el (siendo The Batman de Matt Reeves y el Joker de Heath Ledger grandes referentes en esta era). En la decepcionante versión 2024 puede decirse que la lluvia está presente, que Eric camina debajo de ella…pero también puede afirmarse lo poco intimidante y desgarrador que resulta su presencia. La historia de El Cuervo es una de locura y venganza como pocas, pero Sanders prefiere suavizar al personaje hasta último momento, y justo cuando su insania parece revelarse del todo, es ahí en donde el director decide no hacernos más partícipes.

Querido Rupert, con mucho cariño lo digo: no esperamos una secuela, sepa disculpar, las historias impactan en el presente, no en el futuro.

POR JERÓNIMO CASCO

Publicado el 17 de Septiembre del 2024, 15.32 PM | UTC-GMT -3

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