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Pocas películas se te pueden meter debajo de la piel como lo hace 'LONGLEGS'

Spoilers

“La séptima será la que reciba la misma elección que todas recibieron. Carmesí o trébol. Acepta el regalo y destrúyete, destrúyete a ti misma y a ti misma. O quédate con él. E inclínate. Inclínate hasta el fondo. Y ponte manos a la obra sucia, sucia. Trabajo que se ensucia a medida que limpia. Como una mopa. Como un trapo. Como una rata.”

La imagen recorrió las redes sociales e hizo explotar internet por varios meses, se filtró en el macabro imaginario de las personas que verdaderamente amamos el cine de terror y misterio (y sobre todo del basado en asesinos seriales, un tema que parece no tener límites en su exploración), y tras mucha espera se hizo realidad. La película fue promocionada bajo el sello de garantía de que estábamos ante "la mejor película de terror del año" y “la mejor película sobre asesinos seriales desde El Silencio de Los Inocentes”, algo que me generaba un entusiasmo desmedido que luego se fue apagando a medida que decidí no escuchar ni ver nada relacionado al inminente estreno.

Su campaña de marketing fue (y en realidad sigue siendo), por decir poco, gloriosa. Funcionó de maravilla con tan solo algunos posters encriptados y teasers que circulaban en las redes sociales desde hace varios meses, que resultaba casi imposible no estar, como mínimo, atento a la propuesta. Con la imaginería que se iba construyendo en mi cabeza basándome en la poca información que había alrededor, en donde se establecía un tono oscuro y lúgubre pero que no decía casi nada sobre la historia, yo ya estaba adentro desde el inicio de la “promoción”. Y más sabiendo que iba a tener a Nicolas Cage como un asesino serial en lo que considero el mejor momento de su carrera.

Muchas veces este recurso moderno de jugada marketinera que utiliza el elemento misterioso como anzuelo puede ser un arma de doble filo, y si bien luego de ver la película me encontré sumamente hipnotizado por ella, hasta obsesionado podría decir, probablemente para muchas personas ‘Longlegs’ sea una decepción absoluta. Por lo que mi parte respecta pocas veces me sentí tan asqueado, angustiado, desesperanzado y aterrado por un personaje como lo es Dale Ferdinand Cobble -mejor conocido como Longlegs-, el autodenominado apodo de este fabricante de muñecas y asesino en serie.

En los primeros segundos de ‘Longlegs’, la cuarta película del más que interesante director Osgood Perkins (e hijo del mítico Anthony Perkins de ‘Psycho’ y con la vena intrínseca del terror afinándose en cada nuevo proyecto en el que se embarca) un plano subjetivo con tintes rojos y negros sugiere estar situado fijo en el lugar del acompañante en un automóvil que estaciona en la entrada de una enorme casa blanca en los suburbios de algún lugar de Estados Unidos, haciendo hincapié en esta idea de que el cine de terror moderno se está inclinando en apoyar el punto de vista del relato desde el lado menos “convencional”: el del villano. Claro, en un principio no entendía bien quién o que era lo que se encontraba dentro del coche, pero la sumatoria de los elementos no me indicaban nada bueno.

No es hasta el final que entendí que en ese mismo lugar se encuentra una muñeca tapada por una túnica negra, y que resulta ser una de las tantas creadas por un Nicolas Cage endiablado, casi en el sentido literal de la palabra. El prólogo de la cinta lo presenta al mítico actor encarnando un personaje retorcido y desde la intriga absoluta: una vez más, la cámara se hace protagonista pero en este caso parece esconderse tímida y nos revela su figura a medias recortándola de la nariz hacia abajo, como si no quisiese enfocar su rostro completo (y menos mal que no lo hace). Una sabia e inteligente decisión de Perkins que se coló en mis mórbidas ganas de conocer un poco más sobre este extraño ser.

Fotograma de la escena inicial de 'Longlegs'

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narrativa de IN A VIOLENT NATURE

La niña que vive junto a su madre en un enorme caserón en el medio de la nada son la presa perfecta. Ella tímida, también como la cámara, se abriga y sale junto a su cámara analógica para saber quién había llegado. El “nunca nadie venía a visitarnos, ni nuestra familia, ni nuestros amigos” pronunciado por su madre en el tercer acto refuerza la devastadora fuerza solitaria que parecía acechar, desde hace un tiempo, al mínimo grupo familiar. Y así es como se nos muestra este encuentro casual entre la niña y el asesino serial con una visual propia de una pesadilla. El actor de 60 años incorpora la distorsión en su voz y lo impredecible de su comportamiento como si fuera un villano más, algo que retuerce de solo escucharlo. En sencillas palabras, el inicio perfecto de un thriller de misterio y terror que se cocina a fuego lento, y gracias a la constancia narrativa se incorpora dentro nuestro como el mejor cine inmersivo.

¿Hace falta a una persona trastornada para encontrar a otra de sus mismas características? Poniendo como paralelo inmediato y mas reconocible a la implacable Clarice Starling de Jodie Foster, la agente del FBI Lee Harker interpretada por Maika Monroe (o mejor dicho la actriz que se dedica a interpretar papeles en donde siempre es perseguida por alguna fuerza del mal) se muestra también como una persona internamente quebrada que utiliza su rol en la fuerza policíaca para ir regenerándose de a poco, con la única diferencia de que Harker está intrínsecamente conectada al caso por secretos de su infancia que se irán revelando progresivamente. Un duelo criminal entre el gato y el ratón en donde los roles se invierten constantemente.

¿En que parte de nuestra memoria guardamos los peores recuerdos? Harker se muestra como una persona solitaria, recluida y que, como si eso fuera poco, tiene un don excepcional para detectar el mal. Escucha “cucú” a cada rato, con solo mirar a algo o alguien puede conocer sus intenciones y resuelve acertijos muy complicados en cuestión de segundos. Pero ¿y si todo esto es producto de algo más y no de que simplemente es alguien "especial"? La conexión entre Harker y Longlegs se da algo avanzado el desarrollo, ya que luego de un primer caso en el que la agente presenció el asesinato de un compañero, deciden hacerla responsable del seguimiento de un caso mucho más inquietante: al parecer hay algo o alguien que está empujando a muchas familias a matarse entre ellos y la única conexión es el número del día de cumpleaños de la hija de estas familias.

El misterio es fácil de resolver y hasta predecible podría decir ya que no estamos justamente ante el 'Zodiac' o 'Se7en' de David Fincher. Lo interesante recae en como se aborda la psicología de ambos personajes principales y cómo se va preparando el terreno para repetir, de cierta manera, ese primer encuentro en un reencuentro final que es la mejor escena de toda la película. El misterio se esconde detrás de aquello que nunca se revela, y así como lo dice la propia definición de la palabra, sigue manteniéndose vivo inclusive después de los créditos finales. ¿Cómo llego Dale Ferdinand Cobble a elegir esa casa en el inicio de la película y cómo es que sabía el día de cumpleaños de la niña? ¿Quien es realmente este hombre?

‘Longlegs’ se escondió debajo de mi piel y sigue ahí…y no sé hasta cuando.


POR JERÓNIMO CASCO

Publicado el 27 de AGOSTO del 2024, 18.25 PM | UTC-GMT -3

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¿DONDE LA PODÉS VER? Se estrena en cines el próximo 29 de Agosto


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