Por qué Daddio me repugnó

Siempre odié tomar taxis por dos razones principales. Primero, no tengo mucho dinero exactamente. Aunque vivo en una gran ciudad y tengo un trabajo decente, no diría que soy parte de la clase media en relación a mi estilo de vida. A menos que me lo puedan reembolsar, rara vez elijo tomarme un taxi. Segundo, odio a los conductores hombres (sin ofender). La realidad es que, el 99 % de las veces, te tocará un conductor masculino y, alrededor del 50 % de esas veces, serán del tipo que no puedes soportar. Por supuesto que estas estadísticas no son precisas, solo se basan en mi experiencia personal, así que puedes argumentar en contra.

Con eso dicho, estos dos factores (la clase y el género) garantizaban casi por completo que no me gustaría Daddio.

Sin embargo, la vi igual porque Dakota Johnson es la protagonista y la amo desde que estelarizó la saga Cincuenta sombras de Grey. Por supuesto que esto puede llevar a un extremo completamente diferente y hacer que las mujeres maldigan a los "machos alfa".

Daddio sigue el camino de una película de bajo presupuesto, del tipo que solo tiene dos actores y ocurre en una sola locación, con mucho diálogo que impulsa la historia. La trama sigue a una joven chica llamada Girlie (interpretada por Dakota) que llega al aeropuerto JKF de noche y toma un taxi al azar. El conductor, Clark (interpretado por Sean Penn), tiene mucha experiencia y lo vio todo en la vida. Estos dos extraños comienzan a hablar sobre todo, desde carreras profesionales hasta el amor en este espacio cerrado y, particularmente, se enfocan en la relación tóxica de Girlie con un hombre casado. Para el final del viaje, Girlie se siente inesperadamente sanada.

En esencia, es la historia de una mujer y sus tres "padres". El primer "padre" es su padre biológico (aunque ellos se separaron cuando era pequeña), pero ella de igual forma tiene expectativas y recuerdos de él. El segundo "padre" es su amante actual, un hombre casado con dos hijos, a quien llama "Daddio". Incluso cuenta que lo ama, pero él solo quiere una relación sexual. El tercer "padre" es el conductor del taxi, quien, de alguna, forma interpreta el papel de un padre que la guía durante este corto trayecto.

Sin embargo, Daddio tiene buenas intenciones. Explora los "complejos con la figura paterna" de las mujeres, muestra las complicaciones de las relaciones humanas e intenta transmitir que un encuentro fortuito con un extraño puede cambiar tu vida. En una época donde todos estamos tan aislados por nuestros celulares y el internet, este es un tierno recordatorio. Si prestas atención y usas tu imaginación, puede que incluso descubras una subtrama increíble: ¡Clark podría ser el padre biológico de Girlie! En base a su conversación, su madre tuvo un amorío con un taxista hace años bajo circunstancias similares, una coincidencia dramática ingeniosa.

Puedo imaginar cómo esta historia podría haber llamado la atención hace 10 años. La escritora probablemente se regodeó por la noche al pensar: "¡Soy una genio!". Pero ahora, simplemente se siente fuera de lugar, aunque fue producida por mujeres. Esto es sorprendente.

Sentí asco en todo momento mientras miraba la película. El crudo lenguaje de Clark, su comportamiento agresivo y el bombardeo de observaciones ofensivas forman una capa de presión pseudofilosófica pero profundamente misógina sobre Girlie. La actuación de Sean Penn constantemente me transmitió la sensación de que, en cualquier momento, lastimaría a esta chica.

Hay una escena en la que Clark intenta orinar en una botella de agua dentro del auto, pero Girlie impide esto y él sale del auto para orinar. Este momento me hizo sentir particularmente incómoda, incluso me hizo enojar. Si alguien argumentara que por lo menos la pasajera paró esto y expresó claramente que no estaba bien y que el conductor al final respetó sus deseos, entonces le preguntaría: ¿Por qué no cuestionamos que se atrevió a actuar de esta forma en primer lugar? ¿Por qué los hombres sienten que tienen el derecho a actuar de forma tan ofensiva hasta que alguna mujer, que no lo puede soportar, se queja? ¿Y por qué, en la mayoría de los casos, las mujeres soportan estas acciones en silencio?

Luego de que la relación de Clark y Girlie se suaviza, Clark abre una pequeña ventana de vidrio que separa el asiento delantero del trasero. Mi primera reacción fue tener miedo. ¿Y si intenta lastimarla? ¿Cómo podría escapar? Por supuesto que la trama no va para ese lado. No sé cuál es mi problema, pero tal vez el problema no soy yo. Al fin y al cabo, vivimos en una sociedad donde hay incontables casos de taxistas que lastiman pasajeras.

Yo misma me he encontrado con conductores que, al enfrentarse al tráfico pesado o a que alguien se les adelante, se irritan. Es normal que esto moleste, pero su irritabilidad con frecuencia se convierte en agresión sin límites: tocan la bocina sin parar, maldicen o aceleran repentinamente y, así, desestiman completamente los sentimientos de la pasajera en el asiento trasero. Incluso sospecho que se sienten envalentonados porque llevan a una mujer, lo que los hace actuar incluso con más imprudencia. Y luego existe el tipo de conductor que ama charlar y se entromete en nuestra vida privada como nuestro trabajo, remuneración y relaciones. Este conductor disfraza sus intenciones con cordialidad, pero, mientras hablas, secretamente toma el camino más largo para aumentar la tarifa.

Aunque me sentí incómoda, debo admitir que Daddio es, de alguna forma, muy realista. Por ejemplo, las conversaciones entre hombres y mujeres con frecuencia tienen insinuaciones sexuales y casi siempre es el hombre quien las introduce. Por esto, cada vez que Girlie intenta tener una conversación emocional más profunda, Daddio responde con una foto de sus genitales o algún comentario sugerente. Me hace acordar a esta broma oscura del internet: luego de que una inundación o un terremoto afectara a una región, un hombre le envía un mensaje a una mujer de esa zona. Él intenta tranquilizarla y, justo cuando ella se conmueve, él agrega: "Me encantaría ******* por atrás". ¿La parte más oscura? Es que esto no es una broma, es real.

Daddio emana una vibra que hace que no queden dudas sobre la frase que dice que los hombres quieren dormir contigo o ser tu papi, o peor, ambas.

En la vida real, si alguna vez me encuentro con un conductor como Clark, preferiría saltar del auto. Pero más allá de la incomodidad que esta película genera al recordar los numerosos delitos que ocurren en taxis, lo que más me sorprende es que las mujeres sigan tolerando estas ofensas y que las directoras sigan produciendo estos papeles de "papis".