¿Guy Ritchie acaba de hacer su versión de 'Bastardos sin Gloria'?

Titulada originalmente como ‘The Ministry of Ungentlemanly Warfare’ (que traducida al español sería algo así como “El Ministerio de la Guerra Descortés”, entiendo que no pegaría con el público latinoamericano), ‘Guerra sin Reglas’ podría definirse como la “Bastardos Sin Gloria” que el famoso director británico Guy Ritchie siempre quiso hacer para representar a su tierra natal: presentarnos escenas de acción brutales, personajes obsoletos a lo que “patriotismo” se refiere, reírse en la cara de los nazis y ¿porqué no? reírse también un poco de la historia. Curiosamente las dos las pueden encontrar en Amazon Prime Video, como para crear la comparación.

Esta cinta bélica en clave western de ciento veinte minutos de duración y con clasificación R (algo que se extrañaba mucho para el género) nos introduce a lo que fue la primer misión de fuerzas especiales de la historia que le dio forma a lo que hoy se conoce como “modernas organizaciones militares secretas”. La Operación Postmaster fue el último recurso en el que el Primer Ministro Winston Chruchill tuvo que recurrir para detener a la avanzada Nazista en Gran Bretaña en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Henry Cavill, Alan Ritchson, Eiza Gonzalez y un puñado de estrellas más protagonizan la película.

Pero, ¿es verdaderamente esta historia digna de ser tildada como lo que propongo en el título? Si y no, y a continuación me explico. Primero y principal, reconozco que estamos ante una obra de autor, por más que personalmente no me haya encantado. Guy Ritchie es conocido por dotarle sarcasmo, mucha violencia explicita y cierta diversión a la acción, algo muy parecido a lo que Quentin Tarantino propone en su cine. Tomar una historia real y moldearla al antojo de uno es una tarea que puede salir vanagloriosamente redonda como fracasar de manera estrepitosa. En ese sentido puedo decir que ‘Guerra Sin Reglas’ es una película calculada y ejecutada bajo la mirada y visión del director, sin más ni menos. Pero también sentí que se le inyecta demasiada masculinidad a mi parecer (algo que en esta ocasión intenta suavizar con el personaje de Marjorie Stewart interpretado por Eiza Gonzalez, actriz que no me convenció nunca) y narra los hilos con mucho carisma pero poco corazón.

A diferencia de Quentin, Ritchie propone acercarse a la historia sin intentar doblegarla ni encontrarle algo que nos haga dudar en cómo terminará todo. La trama se vuelve predecible, básica, pero eso si, dotada de elegancia y una desmedida cantidad de testosterona puedo afirmar que por el solo hecho de ver a Cavill y Ritchson -dos superhéroes inapropiados para la época- lanzar flechas a lo Legolas, y disparar a diestra y siniestra sin recibir ni siquiera un rasguño vale la pena sentarse dos horas a ver la película. La intención del director por inflar a los protagonistas es visible, pero aprieta el pedal a medias y sin muchas ganas: esta leve “based on a tru story” tiene un poquito de todo (comedia, acción, drama, espionaje, drama bélico) como para poner contenta a la mayoría.

No hay riesgo tal de establecer una posición incómoda, creo yo, por miedo al qué dirán. Nuevamente, las diferencias con Tarantino (un director al que lo que le digan los demás le entra por un oído y le sale por el otro) me hacen dudar de si estamos ante la versión “Bastardos Sin Gloria” de Guy Ritchie. La sorpresa es inexistente, nuestros héroes -y heroína- parecen salidos de un cómic de Marvel, el suspenso se crea con una vaga ejecución y la idea de poner en pantalla "los orígenes de la rebeldía militar" no se siente del todo genuina a excepción de las ya mencionadas presencias de los dos musculosos protagonistas. ¿Cual es el punto del director de querer elevar a las viejas glorias sino lo hace “cinematográficamente” espectacular?

OK, ¿PERO DE QUE VA LA HISTORIA?

Año 1942. Una Gran Bretaña desesperada y con escasos recursos decide “contratar a un grupo de marinos y exmilitares” como última opción por evadir (e intentar destruir) la inminente ofensiva nazi en lo que hoy en día son las costas de Camerún (antiguamente conocida como Guinea Española). La idea era eliminar, utilizando cualquier método posible, la mayoría de las provisiones para los alemanes que estaban contenidas en el remolcador Likomba y el vapor de carga Duchessa D'Aosta. Para eso Winston Churchill, el Primer Ministro, creó una división secreta llamada SOE (Special Operations Executive) que frenaría la expansión del régimen totalitario comandado por el infame"Führer".

Es en ese escenario que se introduce a la estrella de la película, Gus March-Phillips (Cavill), un excomandante que se dedica a cazar cual alemán que se le cruce desde su bote. Junto a él se encuentra Anders Lassen (Ritchson), oficial militar danés dotado con una enorme habilidad para el combate, Geoffrey Appleyard (Alex Pettyfer), un Oficial de la Armada con un sentido de estrategia impresionante, y varios otros basados tanto en la historia real como creados por el libreto de la película a cargo también de Ritchie. Si bien la película se encuentra basada en esta peculiar e inspiradora operación militar, su fuente principal es la novela homónima del autor Damian Lewis publicada en el 2015.

En resumidas palabras, y siendo completamente honestos, ‘The Ministry of Ungentlemanly Warfare’ es una película entretenida pero aún así con mucha exposición de diálogo que puede llegar a aburrir, escenas de acción trepidantes e imaginativas, y una carencia de suspenso y emoción que particularmente me decepcionaron un poco. Este es el camino Guy, pero necesito más de eso “salvaje” que te caracteriza.

POR JERÓNIMO CASCO

31 de JULIO del 2024, 19.19 PM | UTC-GMT -3

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