Una “mala” película que se ganó un lugar en mi corazón

Les voy a hablar de una película que se ganó un lugar en mi corazón, de la cual he oído no muy buenas críticas, pero a mí me encanta porque he visto un mensaje que me hizo reflexionar mucho y es: “No te metas con Zohan”. Una comedia con Adam Sandler. Zohan, un personaje a quien su padre llamaba un” Rembrandt con granada”, es considerado un héroe en su país, pero su sueño, que en realidad él quería ser y hacer era cortar el pelo, ser un estilista y quien al confesarle a sus padres lo que sentía y lo que quería hacer, ambos, se burlaron de él y de su sueño. Después de esto Zohan llora solo en la noche recostado en su cama, con una tijera en la mano, diciendo que él solo quiere que la gente tenga el pelo suave, sintiendo tristeza por no ser comprendido por sus padres y tener que seguir obligado a hacer algo que no lo hace feliz. Decidido a cumplir su sueño Zohan finge su muerte al enfrentarse con su enemigo “El Fantasma”. Al pensar, todos, que él estaba muerto, viaja a Nueva York, a buscar a su estilista favorito y de quien él tiene un libro, el estilista Paul Mitchell, se presenta con un nuevo nombre Scrappy Coco, que era los nombres de los perritos con quienes viajó en el avión rumbo a su nuevo destino, con la esperanza de hablar con él y que lo contrate y pudiera trabajar con él. Al no encontrarlo él promete que volverá a buscarlo. Más tarde alguien lo reconoce en una discoteca, donde él va con un amigo, al reconocerlo Zohan le pide que guarde su secreto y no le comente a nadie que él está vivo, su nuevo amigo le ofrece trabajo en su tienda de venta de equipo de audios, pero él no acepta porque quiere trabajar de peluquero. Con su nueva identidad se presenta en algunas peluquerías sin tener suerte, nadie lo contrata, entonces, frustrado, va a la tienda de equipos a pedir el trabajo que le había ofrecido su nuevo amigo, pero esta vez es su amigo quien no le da el trabajo porque no quiere que renuncie a su sueño. Entonces lo envía a una peluquería que era palestina, a lo que él lo acepta y lo toma como un desafío. Al principio es tomado como un aprendiz y sin paga, así que para mantenerse económicamente trabaja como chofer de limusina, pero un día al renunciar una peluquera le dan la oportunidad y logra tener éxito, pero su pasado lo encuentra y vuelve a enfrentarse con el Fantasma. Zohan ya no quería pelear, aunque el Fantasma insistía, descubre además que el verdadero nombre de “El Fantasma” era Fatoush y que era el hermano de su novia, al hablar con él Fantasma le confiesa que también tiene un sueño, ser zapatero, fabricar zapatos ambos se dan cuenta que por presión social y familiar se habían convertido en “armas de guerra”. Al final Zohan cumple su sueño y abre su propia peluquería junto a su novia palestina, superando así todos los prejuicios sociales y familiares ya que sus padres lo visitan y lo felicitan por su emprendimiento, por lograr su sueño. Muchas veces, nuestra situación social, económica, familia y hasta la misma sociedad nos quiere encuadrar en un “rol” o trabajo que no nos hace feliz pero, así como Zohan, creo que si ponemos nuestro corazón y no renunciamos a nuestros sueños podremos superar nuestras barreras para llegar a ser y hacer aquello que soñamos y nos hace feliz, porque nunca es tarde para lograrlo.