La llegada de Argentina a los Oscar, La tregua de Sergio Renan

Escrito por Cristian L. Pires

Lunes 22 de julio de 2024

Martin Santomé un hombre de 49 años próximo a jubilarse con 3 hijos mayores, encuentra una tregua a la monotonía de su vida en la forma de una compañera de trabajo, Laura Avellaneda una mujer mucho más joven que él, quien termina encendiendo sus pasiones y dándole un sentido renovado a su vida. Basada en la novela homónima de Mario Benedetti, La tregua se estrenó el 1ro de agosto de 1974, dirigida por Sergio Renán esta película se convertiría en un éxito de crítica y audiencia, si bien en un principio no se le dio lugar por ser una película “triste” esas primeras apreciaciones fueron desbancadas por la aceptación popular que tuvo este film. Esta película cuenta con la particular distinción de ser la primera película argentina nominada a los Oscars, premio que perdió a manos de la franco-italiana Amarcord.

La tregua es una película muy interesante por muchas razones, si bien hoy en 2024 le cabe el análisis de una persona totalmente ajena a esos tiempos como es quien les escribe, creo que esta película logra deslizar algunos conceptos que pueden cambiar en su ejecución, pero que son atemporales y muy atractivos al análisis, como la falta de oportunidades, el conformismo, el desgaste de lo cotidiano y la idealización de las personas y los sueños, así como la identidad y la diversidad sexual.

Creo que es menester sacarse el sombrero, solo con esta última mención, si bien Argentina no se encontraba en un golpe militar aun, la violencia política se recrudecía todos los días y para 1974 muchos de estos temas eran Tabú, no solo la homosexualidad, sino cualquier planteamiento de una destrucción de la familia convencional, solo me puedo imaginar lo que habrá significado para otras personas de la época, ver un padre soltero como personaje principal. Bajo estos preceptos la película nos muestra a Martin, interpretado de forma muy sólida por Héctor Alterio, Martin es un personaje que hasta el día de hoy muestra ser alguien con quien la audiencia puede empatizar, producto de su época se hace planteamientos de situaciones particulares, pero siempre lo hace desde el lugar de la intriga con una dosis de comprensión, preocupación genuina y respeto, teniendo en cuenta las circunstancias de la película logra ser un personaje muy empático.

La película inicia mostrándonos unas escenas de él paseando por la ciudad en lo que parece ser un domingo bastante monótono, si bien en un principio parece no tener tanto sentido, en cuanto la trama nos dice para donde vamos se entiende que esta primera vista sirve como una exposición de la esencia del personaje, su conflicto y lo que intenta cambiar mas adelante. Apuntando un poco ya a lo que es la película en sí, tengo que reconocer que la disfrute mucho pero que también le encontré algunos problemas que me sacan un poco de la experiencia, creo que el más palpable es como la película abre muchas sub tramas que luego se esfuerza muy poco en resolver, la primera mitad de la película se ve inundada de momentos que parece que llevan a buen puerto pero para el final de película no se resolvieron, se resolvieron de forma abrupta o de plano no se mencionaron más. Creo que esto sería el punto más débil de toda la experiencia, que logró atrapar en un inicio, pero luego no sabe qué hacer con tantos canales abiertos. Ejemplo claro de esto son los personajes de Santini interpretado por Antonio Gasalla y Jaime interpretado por Oscar Martínez, el primero prácticamente justifica su existencia con un comentario que después va a generar una tensión pasajera entre Martin y Jaime, aunque es de destacar que la escena en la que pierde los estribos está muy bien actuada por Gasalla, sin embargo se reduce a que él tiene algunas frases, un exabrupto y lo eliminan completamente de la película, con Jaime es similar aunque por lo menos este personaje, antes de desaparecer por completo tiene una especie de cierre de arco argumental, endeble pero lo tiene. Por otra parte, sus otros dos hijos, Blanca y Esteban interpretados por Marilina Ross y Luis Brandoni respectivamente, tienen algo más de tiempo en pantalla para resumir sus historias, en especial Esteban quien le confiesa a su padre sus temores en una escena que está muy bien lograda y que muestra el talante interpretativo de estos dos genios nacionales.

Cerrando un poco el análisis sobre los personajes, me gustaría hacer una mención sobre el personaje de Norma Aleandro, que si bien aparece muy pocos minutos y tiene casi ninguna relevancia para la trama, está muy bien interpretado y no deja de plantearme preguntas… no en ese momento donde aparece como tal, sino más adentrados en la trama, la interpretacion de que rol juega ella se da al parecer de forma muy directa. Esta mujer en el colectivo, es un punto de quiebre en la vida de Martin, nuestro personaje la conoce en un colectivo se arma de valor se baja, le habla y luego de una conveniente elipsis, se encuentran charlando después de haber tenido sexo. No creo que este recurso no fuese valido pero la forma de ejecutarlo lo deja con un gran sin sabor, algo en como se construye ese momento, pareciera evidenciar un faltante.

En cuanto a los valores de producción, la música estuvo a cargo de Julián Plaza y a falta de palabras creo que obedece a una película dramática convencional de la época, no hay mucho que destacar en este asunto, si me atrajo el estilo visual y la filmografía, hay muchas tomas y enfoques que concentran la película en un modo más íntimo, los lugares recurrentes como el trabajo de Martin o su casa tienen un estilo muy particular, supongo que esto obedece justamente a este tratamiento donde lo fuerte del filme son las relaciones y como se las retrata.

Ya finalizando con este análisis, tengo que decir que disfrute mucho la película obviamente no es para todo el mundo y se entiende que este tipo de cine quizás no atrae tanto como algo con un eje más moderno, pero creo que se abre como una ventana a otros tiempos, donde si bien los métodos eran distintos, los problemas eran los mismos, creo que su reconocimiento como una de las mejores películas del cine argentino está más que justificado, incluso con esos detalles que he mencionado, este filme muestra la antesala a la generación de actores increíbles que ha tenido este país… es una buena película que tiene una buena trama y un buen material base en donde apoyarse. Fue un filme clave que con una dosis justa de humor e inteligencia, supo rozar la superficie de temas complejos, en una epoca caotica y peligrosa, solo por esto la recomiendo completamente.

Curiosidades de la pelicula

Los premios Cóndor de plata de aquellos años fueron suspendidos es por eso que esta película a pesar de ser una de las populares de los años 70s no gano ninguno.

Mario Benedetti escribió un cameo en homenaje a su compatriota China Zorrilla, que alcanzó a filmarlo, pero luego China se accidentó, por lo que tuvo que ser doblada por la actriz argentina Edda Díaz.