Los placeres culposos del cine más inolvidables

Admítelo, tú te quedarías tranquilamente una tarde de domingo en tu casa viendo cualquiera de estas películas, y no sería para ti una pérdida de tiempo. Son cintas que fueron destrozadas por los críticos, fracasos de taquilla, o ambas cosas por igual, o incluso películas exitosas que decayeron con el paso de los años pero que hasta el día de hoy son reconocidas y valoradas por cierta parte del público que las siguen recordando con cariño, pese que hasta a ellos les avergüenza reconocer en público que son sus fans. El tiempo y los fans les otorgaron estatus de culto, y son vistas con repetición insistente. Ganan puntos con cada revisión según algunos; no mejoran con nuevos visionados pero pudiera haber sido peor según otros. He aquí una lista de esas películas de fama cuestionable que son irresistibles de ver de vez en cuando, o con mucha frecuencia.

Highlander

Connor MacLeod nació en la misma época en la que el Imperio Español conquistaba Sudamérica y México, pero fue a mediados de los ochentas que se volvió una leyenda en el cine de fantasía guerrera como figura central de una de las más peculiares muestras de los excesos ochenteros cinematográficos. La trama seguía a una pugna entre espadachines inmortales que solo podían matarse cortándose la cabeza y heredando su energía. Aquí protagoniza un Christopher Lambert quien protagonizó su mejor momento como galán enigmático de mirada de fuego acompañado por un enorme Sean Connery, quienes aportaban un encanto europeo a un film que sucumbía a las rarezas y efectismos del cine de su década. El tibio recibimiento del publico y la crítica no impidió que adquiriera estatus de culto, y que abriera camino a una serie de televisión igual de icónica, y secuelas que nadie recuerda. Highlander está de vuelta en el mundo del entretenimiento por su esperado remake que tendrá como protagonista a Henry Cavill.

Starship Troopers

La mente visionaria (o enferma, según se vea) de Paul Verhoeven concibió en 1997 la adaptación al cine de la atrevida novela de Robert Anson Heinlein, Starship Troopers, cargada de terror alienígena, militarismo, dilemas juveniles y mucha sátira política. El holandés Verhoeven consiguió un elenco que podría haber protagonizado Beverly Hills, 90210 para representar el bando humano de una guerra espacial donde la civilización se juega el liderazgo del universo contra unos bichos espaciales monstruosos. Este espectáculo de ciencia ficción expone la idea de a qué deberías temerle más, si a los insectos superdesarrollados o a la propia civilización convertida en un estado global a modo de dictadura. Como resultado, dio a la audiencia efectos especiales muy avanzados para la época y un coctel de violencia, erotismo, y algunas ocasiones de humor negro. Aún así, Starship Troopers sufrió el desquite de muchos críticos quienes acusaron interpretaciones (la mayoría bastante erróneas) de lo que era en realidad un ejercicio de parodia hacia la propaganda armamentista. En tal caso, Starship Troopers se ganó un lugar entre los fanáticos de la ciencia ficción por su enfoque salvaje e intrépido, destacando por encima de otras distopías espaciales que carecieron del toque satírico de Verhoeven como por ejemplo, El Juego de Ender.

Life (1999, no confundir con Life 2017)

Seamos honestos, si vemos los nombres de Eddie Murphy y Martin Lawrence en una misma película, esperamos terminar de verla con las mejillas adoloridas por los chistes y situaciones cómicas que esperaríamos ver por parte de ambos comediantes; todo para llevarnos la sorpresa de sentirnos tristes por sus personajes y terminar reflexionando sobre la libertad, las injusticias raciales y el paso del tiempo. Debe ser eso que la gente y la crítica mostraron cierto rechazo en su momento hacia Life (1999), un film del que se esperaba unas intenciones distintas de lo que resultó siendo en realidad. Cinco años antes, Sueños de Fuga se había convertido en el drama carcelario mejor valorado en la historia, y Ted Demme pensó que podía emular ese éxito de crítica con una historia sobre dos afroamericanos encarcelados injustamente durante décadas. De hecho, Life trae la que probablemente sea la actuación más conmovedora de toda la carrera de Martin Lawrence; y su tratamiento de la dura vida carcelaria es sobrio, e incluso llega a sentirse intimista. Aún así, cuando ves por primera vez Life se siente como un quiero y no puedo. Demasiado dramática para ser una comedia y demasiado cómica para ser la mitad de lo que fue Sueños de Fuga, por no mencionar que la larga duración hace un desafío verla. Life fue ganando respeto con el paso de los años, y aunque nunca se vaya a escuchar a nadie considerarla una obra maestra, gana mucho con nuevos visionados. Es en definitiva, una de las películas más infravaloradas de Murphy y Lawrence que puede darnos una perspectiva de lo que pueden ofrecer ambos comediantes cuando se les pone fuera de su zona de confort.

Unleashed

Los críticos se pusieron las manos en la cabeza cuando oyeron de que se trataba la trama de Unleashed (2005): un tipo es literalmente criado como un perro, alimentado como un perro, vive enjaulado y llevando un collar, el cual solo se le quita para atacar a personas, no a base de mordiscos sino de puñetazos y patadas. Un film que toma un punto de vista no convencional de la esclavitud y la amnesia para mostrar a un Jet Li desatado que sigue órdenes de un histriónico y algo sobreactuado Bob Hoskins, y luego es reeducado por Morgan Freeman en su enésimo rol como mentor. Igual que en su momento Máximo Riesgo parecía una película con Jean Claude Van Damme que no se sentía lo suficientemente película con Jean Claude Van Damme, Unleashed se sentía un producto raro en la carrera del artemarcialista de Beijing, tomando un rol donde apenas se le oye hablar la mayor parte del filme y tiene la estabilidad emocional de un niño pequeño. La historia no convenció a todos en su momento, sin embargo, ha ganado peso entre los fanáticos del actor, y ha destacado por su original tratamiento en un género plagado de clichés. Después de todo, el film de Lou Leterrier cumple con sus cuotas de palizas y escenas de acción, y cabe destacar un atractivo soundtrack que agrega intensidad a la historia de Danny el perro, una trama ridícula y edgy a simple vista pero que es en realidad una interpretación trágica del camino del héroe en un rol que quizás estaba por encima de las capacidades actorales de Jet Li.

La saga de La Era del Hielo

Era muy difícil colocar algún animado en este artículo ignorando la certeza de que la infancia de alguien podría quedar lastimada, pero es que muchos podrían coincidir en que las series de películas de La Era del Hielo fue exprimida de mala manera. En efecto, las aventuras de Syd el perezoso prehistórico, Manny el mamut, Diego el tigre dientes de sable, y la impredecible ardilla Scratch, se volvió una especie de Fast & Furious versión de animación, incluyendo hasta en el concepto de familia que iba creciendo a medida que aparecía una nueva entrega. Cada película trataba de volverse más grande, más loca, y más alejada del sentido común, lo que adolecía como un problema de guion. Se sospecha que pudiera haber sido que dejaran de lado a los humanos de la primera entrega (la mejor de la saga sin dudas), o que en cada película trataran de meter a algún personaje que aspirara a desplazar a Scratch en popularidad (algo que fue imposible). Nadie niega que estas películas hayan dejado de ser divertidas, pero siempre queda esa sensación de que pudo haber sido mejor, y de que sobraban películas. Pero como en toda franquicia de películas, siempre hay la opción de elegir las favoritas para un visionado en una tarde de fin de semana.

¿Reservarías un domingo por la tarde para ver alguna de estas películas? ¿Cuáles son tus placeres culposos?