Eterno amor al resplandor de un recuerdo.

"Regresa he inventa un adios, por lo menos. Finjamos que tenemos uno"

Recuerdo el día que la vi, y claro no estoy hablando de la primera vez; pues en ese intento me en cegué por los cambio de cámara y y uso estético al punto de enamorarme de la imagen sobre el contenido. Te hablo de aquel día - hace un año aproximadamente - que me senté en la butaca a conocerla por segunda vez, en una sala de cine que traía clásicos y películas pasadas.

Era un día jueves, y mi mente estaba preparada para saber que no seria una sorpresa para la curiosidad de los ojos. Pero me equivoque, al igual que Joel al estar arrepentido por borrar sus recuerdos, el momento para verla fue exacto, como cuando cada tres meses el día 21 te reclama cambio de temporada. Fue Sincronía.

Sincronía tímida, que conecto cada arruga que producía mi ceja con la angustia de que el lo perdiera todo, sincronía muda, porque parecía que me hablaba al recordarme que la relaciones son complejas que los grises son el mundo real, cada escena parecía un “post it” ; como cuando la pareja iba a comer al chino y Clementine estaba cansada de hacer la misma rutina. Ese anhelo por esperar que esa primera emoción como lo fue la de los dos protagonistas cuando se volvieron a conocer en el tren durara para siempre. Tan intensa, tan efímera.

La película retrata un temor profundamente arraigado: el miedo al desgaste constante del afecto en la cotidianidad moderna, que a menudo lleva a la angustia del desamor y a la pérdida de paciencia, provocando conflictos en las parejas. En este mundo ficticio, la solución aparente es borrar los recuerdos de la otra persona para poder seguir adelante.

Lo que sienten tanto Clementine como Joel es como mirar el día después de la lluvia: hermoso pero cegador para aquellos ojos que están cansados de ver tanto llover . Aunque el sol brille, las gotas de la memoria persisten en la ropa mojada.

Por eso en momentos diferentes de la película, ambos quisieron soltar todo lo relacionado que respectaba al otro. Ya que les era un peso. Pero tal como podemos apreciar hacia la mitad Joel comprende que no desea desecharla de su mente y lo afirma al ir reviviendo cada momento: desde la playa a la noche de hielo.

Pero entre la ambigüedad, son queridas. De esta manera podemos visibilizar la comprensión, ademas, de personajes tridimensionales lo que permite adentrarnos y comprenderlos de manera humana. Y así conectar con ellos.

Y esto no se podría lograr de no ser por, las actuación de los protagonistas como del elenco las cuales son ejemplares y brillantes, que permiten adentrarse a la trama de manera sencilla al conectar con el espectador en su sensibilidad realista.

En conclusion, " "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos" es el retrato crudo de una relación. Quizás por eso no puedo superarla. Se siente tan real, a diferencia de otras películas donde te entregan la idealización del romance, esta obra te restriega la verdad, te reflejas en ella, al final, despiertas. Ese momento, nunca se olvida.