Humanist Vampire Seeks Consenting Suicidal Person: Un coming of age de vampiros humanistas

El vampiro como personaje y temática dentro del genero de terror cuenta con una larga trayectoria y tantas variantes como reinterpretaciones culturales existen. Los diferentes pueblos y comunidades han tomado esta leyenda y le han otorgado sus propios rasgos; el paso del tiempo fue alterando las características y arquetipos dentro de los que se encasilla a este ser; el avance del cine y el desarrollo del genero de terror en el mismo también han ido proponiendo diferentes miradas y se lo ha caracterizado de tantísimas formas.

En el caso de Humanist Vampire Seeks Consenting Suicidal Person, nos encontramos con una representación contemporánea en Sasha, una vampira joven que todavía vive con y de sus padres, incapaz de cazar por sí misma, hasta que es obligada a enfrentarse a sus propias limitaciones. Su familia le da un ultimátum: tiene que madurar y superar su debilidad, es decir, su incapacidad de matar a personas para comer.

Cuando comencé a ver la cinta no sabía exactamente si estaba entrando a una película de terror o a un drama con toques de comedia, ya que, para 2024, los vampiros no existen como amenaza para nadie y construir cine de terror usando a este personaje es bastante raro de ver, pero habiendo sido destacada como una de las mejores películas de terror del 2023, tenía alguna expectativa en este sentido. Lo cierto es que estas clasificaciones suelen ser bastante arbitrarias, por lo que termine encontrándome con una película de comedia negra muy original, pero para nada sombría, a pesar de sí incluir una temática tabú y fusionarla con el vampirismo, cerrando perfectamente de esta forma una cinta con más elementos de coming of age que de terror sobrenatural.

La cinta canadiense dirigida por Ariane Louis-Seize trata de una vampira adolescente quien es incapaz de matar a humanos por poseer una anomalía en su cerebro la cual le hace sentir empatía por ellos, algo de lo que carece el resto de su familia, la que se encuentra obligada a proveerle de la sangre necesaria para subsistir. Es inevitable pensar en que, de fondo, se plantea una analogía con los jóvenes que, no siempre por propia voluntad, siguen representando una carga para sus padres al no poderse independizar. El concepto de “hijo parásito” le calza perfecto a la protagonista, de todas formas, la cinta nos permite empatizar con ella, quien realmente es incapaz de matar al no conseguir que sus colmillos salgan en el momento necesario.

En todo el entramado de problemas que esta situación genera para Sasha, es que esta conoce a Paul, un adolescente con una vida miserable. Aparece así la oportunidad de una presa fácil, un joven suicida dispuesto a dar la vida por una causa noble, pero parece que Paul puede hacer más por los vampiros que solo entregarse como alimento, y en ese descubrimiento es que surge la idea de ser “vampiros humanistas”. A pesar de los resabios de moral judeocristiana impregnados en la sociedad occidental para la que, no importa cómo, lo importante es estar vivo, esta película plantea la posibilidad de que el suicidio sea una decisión válida que los vampiros simplemente ayuden a concretar.

De esta forma, Humanist Vampire Seeks Consenting Suicidal Person es una propuesta original que mantiene la esencia del genero pudiendo darle un giro inteligente a partir de la introducción de una familia que podría ser cualquiera, con la única diferencia de que su hija, en vez de no salir a ganarse la vida trabajando, no sale a cazar personas indefensas. De esta forma, rompe con una tradición tan fundamental para su familia que, no solo la excluye simbólicamente del núcleo familiar, sino que pone en riesgo su propia vida.