Tres películas tan malardas que son espectaculares

Amo esta categoría de películas malas que se vuelven adictivas, porque sí o sí nos lleva a una inevitable contradicción: si la pasamos bien viéndolas, entonces ¿qué tan malas son? Aprendemos a quererlas, adoramos las sobreactuaciones, los encuadres bizarros, los cortes fuera de tiempo, los errores de continuidad. De alguna manera se convierten en arte. Este artículo es para esas personas que disfrutan de estas joyas que no tienen explicación. Acá van algunas recomendaciones por si quieren aflojar un poco con el rewatch de “The Room”.

"ACTO DE VIOLENCIA EN UNA JOVEN PERIODISTA" (1988)

Joyita uruguaya que, al igual que “Un Buen Día” (Argentina) o “The Room” (Estados Unidos) supo sortear las pésimas críticas para convertirse en una pieza de culto. La historia se sitúa en Montevideo. Blanca, una periodista que está haciendo una tesis sobre la violencia, conoce a Carlos, un hombre que ama tomar Coca Cola. El romance entre ambos se verá interrumpido por un joven apodado “El Bebote”, quien jura venganza luego de que Blanca rompió el estrecho vínculo que él tenía con su querida madre.

Como verán, la trama es un delirio hermoso, y ya se imaginarán que con esta descripción me quedo muy corta. Tiene grandes escenas y diálogos memorables. Eso sí, al comienzo de la película hay una introducción larguísima de entrevistas reales a distintas personas, que tranquilamente se pueden saltear, aunque recomiendo verlas para una experiencia completa.

La película está completa en youtube y acá les dejo, para que sepan a lo que se van a enfrentar, un compilado de todos los momentos en los que aparece algo relacionado a la Coca Cola:

"HÉRCULES IN NEW YORK" (1969)

Qué decirles de esta película. Este es el primer largometraje que protagonizó Arnold Schwarzenegger, con sólo 22 años y bajo el nombre de “Arnold Strong Mr. Universe”, pues su apellido era considerado demasiado largo y difícil de pronunciar. Hermoso detalle ¿verdad?. Y otro dato de color es que debido al marcado acento austríaco de Arnold, toda la película está doblada por un actor de doblaje no acreditado. Maravilla. Pero ¿de qué va la historia? Bueno, es simple. Un buen día Hércules está muy aburrido en el Olimpo, así que le pide a su padre, Zeus, que lo deje ir un rato a la tierra. Zeus en principio se niega pero finalmente, como Hércules está muy pesado, le dice “ya me pudriste” y lo manda a Nueva York, en donde vive unas increíbles aventuras.

Y tantas aventuras vive que se enamora, aprende a viajar en taxi, pela lomo cada vez que puede y demuestra tener una fuerza descomunal revoleando cosas y personas por los aires. Pero sin dudas la mejor pelea de todas es la que tiene Hércules con un oso que parece un muñeco salido del trencito de la alegría. En fin, vean esta escena ustedes mismos:

"MAXIMUM OVERDRIVE" (1986)

Un día Stephen King se cansó de que sus libros los adapte al cine cualquier fulano (como ese tal Stanley Kubrick) y dijo “yo voy a hacer mi propia adaptación cinematográfica”. Entonces agarró y dirigió “Maximum Overdrive”, una película basada en un cuento corto de su autoría titulado “Camiones”. La historia es así: un cometa pasa cerca de la tierra y esto provoca que los artefactos eléctricos cobren vida y quieran asesinar a la gente. Pero el verdadero peligro lo vive un grupo de personas que quedan atrapadas en una estación de servicio con un montón de camiones asesinos.

La peli la protagoniza Emilio Estevez (uno de los hijos de Martin Sheen, a quien seguro viste en “The Outsiders” o “The breakfast club”) y tiene música de AC/DC. Pero lo mejor de todo: tiene máquinas hablando en código morse, unas actuaciones bastante falopa y varios recursos medio pelo que nos enseñan a resolver un rodaje a las apuradas cuando hay poco presupuesto. Si todavía no te dan ganas de verla te dejo el trailer de la película, en el que el mismísimo Stephen King te pide que la veas: